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Procesos y principios

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Arturo Berned. Mascara VIII, 2016. Detalle. Galería Fernández Braso. Foto R.Puig

Arturo Berned. Mascara VIII, 2016. Detalle. Galería Fernández Braso. Foto R.Puig

Para mis lejanos amigos contertulios

El pasado mes de enero durante un breve viaje a Madrid, por aquellos días ciudad aún alegre y confiada, partí a la búsqueda de alguna exposición de escultura contemporánea, para descubrir que de la plétora de galerías de arte madrileñas sólo una exhibía esculturas (*)

Hoy recupero para el blog las fotografías que me llevé como recuerdo. La exposición de Arturo Berned respondía al acertado título de Procesos y Principios. El artista es una rara avis frente al desierto repetitivo que en materia de Escultura ha caracterizado a otros escultores en ARCO 2020.

Sea como sea, no era obviamente el propósito de este muy esmerado y serio escultor referirse con el lema de su muestra a otro tipo de procesos que la crisis del momento suscitaba algunas semanas más tarde, ni a las proclamaciones de principios morales que ondean hoy como banderas. La omnipresente pandemia que lo fagocita todo ha despertado a quienes se afanan por explicarnos lo que nos ocurre y a qué cambios de costumbres estamos abocados.

No ignoro las buenas intenciones, pero a menudo se acompañan con declaraciones retóricas, generalizando de tal manera que el bosque acaba por esconder los árboles, cuando es así que una repoblación bien entendida procede con paciencia de un árbol a otro árbol. La retórica no suele salvar vidas ni resolver las causas de las muertes. La grandilocuencia en momentos de crisis desvía la atención y con monotonía colectiviza las responsabilidades.

¿Si todos somos responsables, quién será responsable?

Arturo Berned. Mascara VIII, 2016. Galería Fernández Braso. Foto R.Puig

Arturo Berned. Mascara VIII, 2016. Galería Fernández Braso. Foto R.Puig

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A vueltas con los principios

Ya saben que las redes sociales están que arden y los periódicos se desviven para entrevistar a quienes se supone que tendrán algo que decirnos, de aclarar qué principios y moralidades se han de deducir  de esta tragedia. La grey ha de ser guiada y el efecto es mejor si los entrevistados destacan por su presencia en el mundo de la Cultura, de la Religión, de la Filosofía, de la Literatura, del Cine, etc. 

Por el contrario quienes están en las trincheras de los servicios de salud y los científicos responsables y competentes tratan con cautela de ir obteniendo día a día datos y lecciones empíricas de esta tragedia global, para tratarla, para prevenir otras, para remediar sus efectos y quizás algún día, frente a tantas especulaciones, explicaciones conspirativas, y culpabilidades globales, identificar su origen verdadero y consolidar las acciones probadas y eficaces. No se andan con moralejas.

En resumen, en contraste con las declaraciones de personalidades, que se supone iluminan a las personas llanas con sus reflexiones, hay infinidad de otras personas que ayudan de verdad y efectivamente, sin grandes filosofías, a miles de conciudadanos, enfermos o no del virus, aunque sólo sea a superar el día a día. Pero esos infatigables asistentes son anónimos, no son ellos los que aparecen en los medios con explicaciones y teorías.

Arturo Berned. Cabeza VII, 2015. Galería Fernández Braso. Foto R.Puig

Arturo Berned. Cabeza VII, 2015. Galería Fernández Braso. Foto R.Puig

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A vueltas con los procesos

Es muy tentador para quien se siente llamado a orientar a otros seres humanos en estas horas de dura crisis abrir un proceso al mundo en que vivimos y dejarse llevar a formulaciones que propugnan horizontes de utopía y diseminan las responsabilidades.

Exposición de Arturo Berned. Galería Fernández Braso. 20 enero 2020. Foto R.Puig

Exposición de Arturo Berned. Galería Fernández Braso. 20 enero 2020. Foto R.Puig

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Sin prejuzgar la buena voluntad de aquellos de los que, por ser celebrities, los periodistas requieren fórmulas lapidarias, traigo aquí a colación dos, que casualmente he venido a conocer en un chat en el que me encuentro en la distancia con muchos buenos y viejos amigos y donde se ha suscitado un nutrido intercambio de opiniones, no necesariamente concordantes con la mía, lo cual es sano y enriquecedor.

Vamos a ello:

Isabel Allende (novelista de éxito de la que he leído dos de sus buenas novelas)

Entre muchas de sus opiniones, de sentido común y plausibles, destaco dos declaraciones que podrán ver junto con las otras respuestas en su entrevista a La Nación de Miami del 8 de abril. Se trata de un par de diagnósticos globales:

Creo que una civilización basada en la codicia, la violencia y la desigualdad es insostenible. Esta es una oportunidad única de ajustar los valores.

Nuestros sistemas políticos y económicos han caducado

Así que, en definitiva si no desaparecen la codicia, la violencia y la desigualdad y no ajustamos valores, parece que no nos veremos libres de las pandemias. Además para que eso ocurra tendremos que resolver de una vez por todas las imperfecciones de nuestros “sistemas caducos”. Nos lo dice una novelista, aunque son palabras con resonancia bíblica.

Arturo Berned. Vacío V, 2016. Detalle. Galería Fernández Braso. Foto R.Puig

Arturo Berned. Vacío V, 2016. Detalle. Galería Fernández Braso. Foto R.Puig

El papa Francisco en una entrevista al periódico católico norteamericano The Tablet del 8 de abril, entre bastantes opiniones de sentido pastoral, propias de su rol de representante de Dios en la tierra, muchas francamente oportunas y solidarias, cuando  empero desciende de las esferas de la trascendencia al mundo de la inmanencia, responde así una pregunta  de la periodista Austen Ivereigh :

Tenía curiosidad por saber si el Papa vio la crisis y la devastación económica que está causando como una oportunidad para una conversión ecológica, para reevaluar las prioridades y los estilos de vida. Le pregunté concretamente si era posible que pudiéramos ver en el futuro una economía que, para usar sus palabras, fuera más “humana” y menos “líquida”.

Papa Francisco: Hay una expresión en español: “Dios siempre perdona, nosotros perdonamos a veces, pero la naturaleza nunca perdona”. No respondimos a las catástrofes parciales. ¿Quién habla ahora de los incendios en Australia, o recuerda que hace 18 meses un barco podía cruzar el Polo Norte porque los glaciares se habían derretido? ¿Quién habla ahora de las inundaciones? No sé si se trata de la venganza de la naturaleza, pero ciertamente son las respuestas de la naturaleza.

Le admiro, pero en estas afirmaciones pienso que sobre su necesario debate sobre la ecología y el cambio climático planea una dicotomía (**) que opone Humanidad a Naturaleza como términos antitéticos. Da por hecho que la Naturaleza es la víctima frente a nosotros, la Humanidad agresora, obviando que si la Naturaleza es el conjunto de todo lo que existe, el ser humano es Naturaleza y además el único existente natural consciente.

En esta declaración del papa aparece una Naturaleza a la que se dan atributos propios del ser humano: no solo la capacidad de responder a quienes seríamos sus oponentes antinaturales, sino que incluso se apunta a la de vengarse de los miembros de un colectivo de miles de millones que no respondemos adecuadamente a las catástrofes de las que sin remisión somos todos causantes.

De la Teología se pasa a un aforismo (que sería español como la vieja gripe) : Dios siempre perdona, nosotros perdonamos a veces, pero la naturaleza nunca perdona; que creo ha acuñado el papa, pues la ha repetido insistentemente y, buscando en Google, y con un sentido algo diverso, encuentro solamente que ya lo formulaba  un odontólogo forense vasco en 2009.

En tiempos clásicos el rayo de Zeus ajustaba cuentas con los mortales, en la Edad Media desde los púlpitos se predicaba que las plagas eran un castigo por nuestros pecados y en el Renacimiento el Imperio Otomano invadía Europa con permiso divino para castigar las maldades de los reinos cristianos. Ya no está bien visto aludir a un Dios vengativo, pues hoy la divinidad punitiva preferida es la Naturaleza, que responde con desastres a nuestros desmanes.

Pero si la Humanidad en su totalidad es culpable ¿quiénes serán los responsables concretos del origen y de la casi general falta de previsión ante la pandemia? No soy jurista para poder especular sobre los posibles procesos en sentido legal, sólo sé que nuestros denostados e imperfectos sistemas, democráticos y libres, comenzaron afortunadamente cuando se entendió que, en las sociedades libres, la responsabilidad moral y penal reside en el individuo -como residen en el individuo los derechos humanos y cívicos- y asimismo  se comprendió que colectivizar las infracciones de la ley y de la moral es una práctica propia del pasado, aunque por desgracia subsista en el presente de los regímenes totalitarios. No obstante se sigue erre que erre especulando con frecuencia sobre faltas y culpabilidades colectivas.

A la espera de los procesos, que confío llegarán como evolución a mejor y como clarificación de responsabilidades, dejaré que otros, si así les place, descifren los oráculos de la Naturaleza. Por mi parte creo que lo imprescindible es apoyar a quienes son competentes en las cuestiones empíricas y concretas de esta pandemia, para que tengan los medios de resolver las causas concretas, la prevención  futura y  los tratamientos, y determinar aquellas medidas concretas que hayan de mejorar con sabio realismo y determinación el futuro de todos, como esos seres naturales, animados y conscientes que somos cada uno de los seres humanos; y lo justo y debido es honrar a quienes han muerto y acompañar en su duelo a quienes han perdido a un ser querido en las crueles circunstancia que conocemos.

Arturo Berned. Vacío , 2012. Galería Fernández Braso. Foto R.Puig

Arturo Berned. Vacío , 2012. Galería Fernández Braso. Foto R.Puig

 


(*)  En el Palacio de Velázquez visité la muestra de Mario Merz, exponente del arte povera que en su día fue original y hoy, a parte de que sus materiales den trabajo a los restauradores,  se sigue replicando incansablemente, convirtiéndolo en povera arte.

Mario Merz. El consumismo frente a la naturaleza. Palacio Velázquez. Foto R.Puig

Mario Merz. El consumismo frente a la naturaleza. Palacio Velázquez. Foto R.Puig

Performance artística en ARCO 2020

Performance artística en ARCO 2020

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(**) Dicotomía que, llevada a sus extremos, está incluso sirviendo de excusa a grupos del terrorismo ambientalista que han cometido agresiones criminales contra actividades legales y contra las personas (por ejemplo granjeros y ganaderos) que las regentan y viven de ello legitimamente.


Breverías erasmianas (XLI): “Quaevis terra patria” (Toda tierra es patria)

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Abra, óleo sobre lienzo, detalle. 2009, R.Puig

“Abra”, óleo sobre lienzo, detalle. 2009, R. Puig

Siempre hubo y siempre habrá causas que impulsen a multitudes de personas a buscar refugio. Siempre hubo y siempre habrá epidemias y desastres que pongan a prueba la solidaridad entre seres humanos, que se demuestra con hechos y no con palabras. Fue así en el pasado y lo estamos experimentando ahora, con la particularidad de que esta vez nadie está exento.

Todos necesitamos abrigo, todos buscamos el abra de salvación. Siempre fue y es de actualidad uno de los adagios que Erasmo de Rotterdam comentó en su Adagiorum collectanea :

“Quaevis terra patria”

Toda tierra es patria

Adagio ΙΙ, ii, 93

“Cualquier país es patria”

Este es el hemistiquio del oráculo que obtuvo como respuesta Meleo el Pelasgo cuando inquirió por la victoria, como recuerda Mnaseas y según refieren Zenódoto y Dionisio el Calcídico. Advierte este adagio que el hombre sabio y bueno será feliz en cualquier lugar donde viva gente.

Admonet adagium virum sapientem ac bonum, ubicumque gentium vixerit, felicem esse.

A este propósito cuando a Sócrates le preguntaron de dónde era ciudadano (kosmikón), respondió que lo era del mundo.

Unde et Socrates interrogatus, cuiatis esset, κοσμικόν, id est mundanum, se esse respondit 

Aristófanes apunta a lo mismo en su “Pluto”:

La patria está donde te sientes bien,

es decir

La patria está allí donde te encuentres bien

Πατρὶς γάρ ἐστι πασ’, ἵν’ ἅν πράττᾙ τις εὖ,

id est

Illic enim patria est, ubi tibi sit bene.

Abra. Foto R.Puig

Abra. Foto R.Puig

Es Mercurio quien lo afirma cuando -al precio incluso de dejar el cielo- desea vivir en el hogar de Cremilo y no porque este sea rico, sino porque estaba convencido de que la patria del hombre es cualquier sitio donde le vaya bien, adaptando su vida a la escasez del exilio.

…usqueadeo credebat ibi demum esse patriam homini, ubicumque feliciter ageret, illic exilium, ubi parum commode viveret.

Viene aquí al caso un cierto verso proverbial:

La prosperidad convierte en patria cualquier lugar.

Fertur hic quoque versiculus proverbials :

Σοἶς γὰρ καλὦς πράσσουσι πασα γᾛ πατρίς,  id est

Solum omne patria, prospere quicumque agit.

 

Horizonte. Foto R.Puig

Horizonte. Foto R.Puig

Cicerón comenta en el quinto libro de sus “Disputaciones tusculanas” que esas palabras son de Teucro en una tragedia, y que este dicho de Teucro se puede adaptar a cualquier contexto, pues la patria está doquiera se está bien.

Patria est, ubicumque est bene

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En la tradición de Erasmo

Hay un antiguo refrán castellano que dice Al buen varón tierras ajenas patria le son. Lo glosa el Comendador Hernán Núñez en la página 255 de su libro “Proverbios en romance, que coligió y glosó el Comendador Hernán Núñez, profesor de retórica y griego en la Universidad de Salamanca” (Lérida, publicado por Luis Manescal, “mercader de libros”, 1621). Reproduce en parte el mismo adagio erasmiano, incluyendo la mención de las palabras del oráculo respondiendo a Meleo el Pelasgo, así como las de Aristófanes y Cicerón, aunque añadiendo, tras citar al poeta Estacio, su traducción de unos versos de Ovidio en su primer libro de los Fastos

Para el fuerte varon, patria es suave

Qualquier tierra, segun la mar al peze,

Y quanto ay en el mundo abierto al ave

Proverbios y romances que coligió Hernán Núñez, Lerida 1621

Proverbios y romances que coligió Hernán Núñez, Lerida 1621

Gran parte de la glosa del proverbio está sacada del comentario de Erasmo que data de un siglo antes. Lo que demuestra la influencia del gran humanista en la las “letras humanas” (las Humanidades) de la España de los siglos XVI y XVII, como reconoce el prólogo del Maestro León, “Catedrático de Prima de Latín y Griego” sobre “el valor y autoridad de los refranes”, cuando se refiere a otros que los coleccionaron y en primer lugar menciona la obra de Erasmo.

Hernán Nuñez termina la glosa de este proverbio con el siguiente ejemplo de cómo los seres humanos acaban acomodándose en otras tierras y teniéndolas por su patria :

 …lo hazen nuestros españoles, que unos por el Occidente, y otros por el Medio día van a las Indias, a donde se quedan, haziendose naturales, tan lexos de su patria, que es gran maravilla pensar la osadía dellos, que en cama de maderas vayan a las estrañas regiones, y quedandose allà, digan: Al buen varon tierras agenas patria le son

Era este el ejemplo más patente de la mayor emigración española de la época. Así que no creo que haya que sentirse hoy invadidos por los inmigrantes y refugiados de nuestro tiempo, teniendo en cuenta que ya España fue un país de inmigraciones masivas de diversos pueblos en la Antigüedad cuando todavía era Hispania y de los árabes cuando se constituía como España. ¡Y masivas fueron las emigraciones españolas hacia América y Filipinas en la Edad Moderna! Multitud de refugiados y de emigrantes partieron también hacia América tras la Guerra Civil y se calcula en dos millones los españoles que emigraron a Europa en busca de trabajo y de una vida mejor a mediados del siglo XX.

La portada de este libro, impreso en Lérida, en tierras catalanas parte de la Corona española, cuando reinaba Felipe III, reproduce el Escudo de España vigente desde Felipe II a Carlos II (1556 a 1700) 

Escudo de Armas de Felipe II a Carlos II.Fuente Heráldica Hispánica. Autor De Miguillen

Heráldica Hispánica, FotoDe Miguillen.

Este versión es de la wikipedia en el artículo dedicado a  Felipe III, quien en 1621 era “rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalem, de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales, Islas y Tierra firme del Mar Oceano, Archiduque de Austria, Duque de Borgoña, de Brabante, Milán, y de Lerma, Conde de Habsburgo, de Flandes, de Tirol y de Barcelona, Señor de Vizcaya y de Molina de Aragón”, como quieren simbolizar los blasones que agrupa el escudo.


El texto latino procede de  Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, pág. 993. La traducción es mía.

¡Basta Ya! recibió hace hoy veinte años el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, otorgado por el Parlamento Europeo.

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Manifestación de ¡Basta Ya! en San Sebastián, septiembre de 2000. Foto R.Puig

Las sociedades democráticas tienen épocas en que gentes de diferentes ideologías, credos y procedencias reaccionan contra las imposiciones de las utopías violentas, salen a las calles y se arriesgan contra quienes no vacilan en asesinar sin distinciones de edades ni de responsabilidades para imponer sus proyectos excluyentes por la vía del fanatismo, la extorsión y la violencia. Es en esos momentos cuando más allá de las preferencias políticas particulares las conciencias de los ciudadanos optan por los valores de la Política con mayúsculas y por la defensa de la convivencia democrática y las leyes que libremente se han dado.

Hoy se cumplen veinte años del reconocimiento por parte del Parlamento Europeo del valor cívico y la libertad de conciencia de la plataforma ¡Basta Ya! que en 1999 nació de la sociedad civil del País Vasco en defensa de la democracia y contra la violencia de ETA.

En aquella ocasión, tal día como hoy y como portavoz de ¡Basta Ya!, el filósofo Fernando Savater pronunció el discurso de agradecimiento a los parlamentarios de Europa reunidos en sesión plenaria en Estrasburgo, del cual extraigo algunos pasajes. El texto completo de la Alocución de Estrasburgo se puede leer en su libro Perdonen las molestias. Crónica de una batalla sin armas contra las armas (Editorial Aguilar, Madrid 2001).

Así definía el filósofo español y vasco a ¡Basta Ya!:

…[somos] sencillamente un grupo de ciudadanos de distintas procedencias, sin jerarquías burocráticas ni apenas aparato organizativo, que empezamos a marchar juntos hace poco menos de un año. Entre nosotros hay profesores y obreros, cargos públicos y simples particulares, religiosos y laicos, sindicalistas, empresarios, militantes pacifistas, artistas, trabajadores de los medios de comunicación, gente cuyo nombre es muy conocido y muchas personas nada célebres:  les confieso que formamos un conjunto un poco anárquico. No tenemos ningún afán de protagonismo histórico, ni siquiera de perduración a toda costa: ¡ojalá que nuestra iniciativa dejase mañana mismo de ser necesaria y pudiera volver cada uno de nosotros en paz a su vida cotidiana!

…es importante lo que nos une y moviliza: el rechazo del terrorismo criminal de ETA y el apoyo explícito al Estado de derecho español hoy amenazado por un proyecto totalitario de secesión violenta.

…No queremos sustituir a las instituciones legítimamente establecidas sino urgirlas a que protejan nuestros derechos y nuestras libertades sin concesiones al terror. Nos hemos movilizado, señoras y señores parlamentarios, por solidaridad con las víctimas del fanatismo ideológico asesino y también en defensa propia contra él

Manifestación de Basta Ya en San Sebastián. Septiembre 2000. Foto R.Puig

Y ante los parlamentarios de Europa resumía el terror que se estaba sufriendo en el País Vasco, desde hacía más de veinte años de vida en democracia, cuando una minoría violenta rechazó la amnistía y el consenso mayoritario y democrático en torno a la Constitución de 1978, y se empecinó en el ejercicio del asesinato, la extorsión y la destrucción:

…Hoy en el País Vasco no hay seguridad ni libertad de expresión o asociación política para una gran parte de los ciudadanos. Los cargos electos no nacionalistas son asesinados, así como empresarios, periodistas, miembros de las fuerzas de orden público o simples particulares que se hayan manifestado de cualquier modo contra el proyecto de imposición independentista. Y no sólo se trata de asesinatos: se han quemado numerosos establecimientos, viviendas y vehículos, se extorsiona cotidianamente a los comerciantes y profesionales, se hostiga y amenaza de mil maneras a quienes son considerados “españolistas”, es decir, a quienes se atreven a manifestarse públicamente a favor del Estado de derecho constitucionalmente vigente. Mucha gente se ve obligada a marcharse para evitar mayores males o porque no soporta la presión del ambiente de intimidación. Otros muchos deben resignarse a vivir acompañados de escoltas policiales y no pueden pasear libremente con sus hijos por la calle o asistir sin todo tipo de precauciones a los locales públicos.

Hoy se habla de “memoria democrática” y de “memoria histórica”, pero el verdadero relato de esa violencia de reciente pasado que describía Fernando Savater en aquella sesión plenaria del Parlamento Europeo se les escamotea con maniobras diversas a los jóvenes que crecieron después.

Por eso es encomiable que como acto de debida memoria, y con motivo del aniversario de aquel acto de entrega del Premio Sájarov a ¡Basta Ya!, la oficina de Maite Pagazaurtundua haya editado en un vídeo una parte de aquel discurso de reconocimiento que el portavoz de aquella valiente plataforma ciudadana pronunció ante el Parlamento Europeo hace hoy mismo veinte años.

Extraigo dos pasajes de la conclusión del mismo:

…Señoras y señores parlamentarios, como demócratas somos desde luego partidarios del diálogo entre los diversos partidos democráticos porque en tal diálogo permanente consiste la democracia misma. Pero precisamente por vocación de diálogo democrático rechazamos que éste pueda venir forzado por el terrorismo violento, que la agenda política de los ciudadanos la establezcan quienes trastornan los usos de la convivencia pacífica y que las leyes consensuadas parlamentariamente deban cambiarse a gusto de los asesinos para que dejen de matar. Queremos vivir en paz, pero también queremos vivir en libertad; nos negamos a sustituir el Estado de los ciudadanos por el Estado de las etnias. Por eso hemos salido a la calle para defender los principios constitucionales y gritar a los terroristas: ¡basta ya!

…invitamos a los miembros del Parlamento Europeo a visitar el País Vasco, no los despachos oficiales sino las calles, los bares, los comercios, las empresas, las pequeñas localidades, las aulas, para que conozcan de primera mano y sin injerencias propagandísticas cómo se vive amenazado, extorsionado, sin derecho a la libre expresión de las ideas. Que comprueben por sí mismos la verdad de lo que denunciamos y después no lo olviden y que nos ayuden a luchar contra esta lacra que toda la Europa democrática debe sentir como propia.

Manifestación de ¡Basta Y!a en San Sebastián, septiembre de 2000. Foto Santos Cirilo, El País

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Erasmo de Rotterdam y la conciencia europea

He dejado para el final un extracto del discurso que tiene un matiz particular, al recordar que la violencia, tan frecuente en la historia secular de Europa, ha nacido muy a menudo de unas formas de insania nacionalista que arrasan con los derechos de las personas en nombre de pasiones y mitos colectivos, de etnias, credos o derechos dinásticos, en definitiva de la supeditación de los derechos humanos a la invención de la historia. La ETA fue una banda de asesinos al servicio de una mitología de raíces xenófobas y de un delirio supuestamente histórico.

Este es el pasaje del discurso de Savater en el que cita a Erasmo :

… Tampoco parece prudente la permanente búsqueda en el pasado histórico y aún prehistórico de agravios que justifiquen la ruptura de las comunidades democráticas actuales o pretendan demostrar la incompatibilidad de quienes de hecho ya viven juntos desde hace siglos. Como demuestra tristemente la experiencia de otros lugares de Europa, por tal camino siempre se encuentran finalmente justificaciones para el enfrentamiento bélico. Es algo contra lo que ya prevenía uno de los primeros pensadores de la Europa unida, Erasmo de Rotterdam, cuando comentaba en sus Adagios:

“…si un título cualquiera se considera causa idónea para emprender la guerra, a nadie –en medio de tantas vicisitudes de los asuntos humanos, de tantos cambios– le podrá faltar un título. ¿Qué pueblo no ha sido alguna vez expulsado o no ha expulsado a alguien de su territorio? ¿Cuántas veces se ha emigrado de un sitio a otro? ¿Cuántas veces se han desplazado de aquí para allá los imperios por el azar o los tratados? ¡Que los paduanos reclamen hoy el suelo troyano ya que Antenor en otro tiempo fue troyano! ¡Que los romanos reclamen África y España, pues alguna vez fueron romanas! Llamamos do­minio a lo que es administración. No se tiene igual dere­cho sobre los hombres –libres por naturaleza– que sobre los ganados”

Cfr.: Erasmo de Rotterdam, Comentario al adagio “Dulce bellum inexpertis” (La guerra atrae a quienes no la han vivido) en Adagios del poder y de la guerra y Teoría del adagio, edición y traducción de Ramón Puig de la Bellacasa, Serie Filosofía (H 4485), El libro de bolsillo, Alianza Editorial, Madrid 2008, pp.237-238,

Franz Masereel. Xilograbado para el Elogio de la Locura de Erasmo de Rotterdam

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POST SCRIPTUM

Basta Ya, 20 años

Artículo de Gorka Maneiro del 22 de diciembre de 2020 en elDiario.es

Basta Ya surgió a finales de los 90 para enfrentarse al terrorismo de ETA y al nacionalismo obligatorio. Lo novedoso y revolucionario de este movimiento cívico fue que, además de oponerse a los asesinatos de la banda, reivindicó en positivo y sin complejos la Constitución Española, es decir, la legalidad vigente y nuestro Estado de Derecho

Nos vamos haciendo viejos. La semana pasada se cumplieron veinte años de la entrega del Premio Sájarov a Basta Ya por parte del Parlamento Europeo. Fue una forma de reconocer a la iniciativa ciudadana su defensa de la democracia y, por tanto, también de denunciar que en una parte de España no había democracia plena ni la libertad estaba plenamente garantizada por la acción de una banda terrorista. 

Permitidme que diga con orgullo que tuve el enorme privilegio de estar allí. Fui una de las personas que viajó a Estrasburgo a recoger el premio (o a acompañar a quienes lo recogían, más bien), y uno de los privilegiados que pudo escuchar en directo la inolvidable intervención de Fernando Savater ante el Parlamento Europeo. Tuve la suerte de compartir aquellas jornadas con personas a las que ya entonces admiraba, como el propio Fernando o José María Calleja, entre otros muchos. Y pude conocer y saludar a José María Mendiluce, de quien había leído su libro Pura Vida, que tanto me había marcado, además de haber seguido con admiración sus reflexiones sobre las guerras de los Balcanes. Además, tuve la ocasión de conocer y cenar junto a Joseba Pagazaurtundúa, asesinado poco después por ETA. Conservo una foto de ese momento, yo sentado a su lado. 

Yo era un simple joven comprometido con la defensa de la libertad y de la democracia. Por decirlo de manera menos elevada, me indignaba que ETA asesinara a conciudadanos inocentes por el simple hecho de pensar diferente, así que, en lugar de mirar para otro lado, participaba en las concentraciones que se convocaban después de cada asesinato. Tampoco fue gran cosa, pues era lo mínimo que uno podía hacer (aunque casi nadie lo hiciera). Sí tuve ocasión de participar de manera más comprometida en Denon Artean Paz y Reconciliación, junto con Cristina Cuesta o Iñaki Arrizabalaga, entre otros, desde donde pudimos organizar la primera (y última) manifestación de “La juventud vasca contra ETA”. Fue a mediados de los años 90. Ocasionalmente escribía “Cartas al Director” contra el terrorismo de ETA en El Diario Vasco. Y participaba en las manifestaciones convocadas por Basta Ya

Fue por todo esto y por la participación de mis padres en esas mismas manifestaciones que un fin de semana, de madrugada, nos lanzaron tres cócteles molotov al balcón de casa, sin otro resultado que nuestro firme propósito de seguir adelante. Al parecer, a los líderes de Basta Ya les gustó mi contestación a los autores del atentado, quienes me acusaron de militar en el PP para justificar lo injustificable. Esta fue mi respuesta: “Podemos entender de dos maneras diferentes el atentado sufrido: como una equivocación, un error más en la larga lista de errores cometidos por la kale borroka, o como un acierto, en el sentido de que han atacado la vivienda que pretendían. Si estamos ante el primer caso, queremos solidarizarnos con la persona a la que pretendían atemorizar y reiterar que nadie debe ser acosado por defender unas ideas tan legítimas como cualquier otra. Si nos encontramos ante el segundo caso, cosa que sospechamos, exigimos a los saboteadores que expliquen las verdaderas razones del acto, y que no mientan”. Sea como fuera, no lograron nada, y seguimos participando en todas las manifestaciones que se convocaron contra ETA, del mismo modo que antes. No nos movilizamos contra ETA porque nos atacaba sino que nos atacó porque nos movilizábamos contra ella. Y justo después de eso, recibí una llamada de Basta Ya invitándonos a mí y a mis padres a viajar a Estrasburgo a recoger el premio. Me apunté sin dudar medio segundo. 

Basta Ya no era como tal un movimiento pacifista, puesto que no era paz lo que nos faltaba sino libertad

Basta Ya surgió a finales de los 90 para enfrentarse al terrorismo de ETA y al nacionalismo obligatorio. Lo novedoso y revolucionario de este movimiento cívico fue que, además de oponerse a los asesinatos de la banda, reivindicó en positivo y sin complejos la Constitución Española, es decir, la legalidad vigente y nuestro Estado de Derecho. O sea, la democracia. Y denunció la ideología nacionalista que estaba detrás de las acciones de los terroristas. Todo esto fue lo que diferenció a este movimiento cívico de otros que hubo antes y en los que tuve también la ocasión de participar, como Denon Artean Paz y Reconciliación o Gesto por la Paz. Y todo ello lo hizo usando la voz y la palabra, de manera que se les entendía, con mensajes reivindicativos y en positivo, provocando con todo ello la reacción del PNV, de parte del periodismo y de parte del establishment, que hizo todo lo posible para debilitar a esta iniciativa ciudadana.   

Basta Ya no era como tal un movimiento pacifista, puesto que no era paz lo que nos faltaba sino libertad. Es decir, no había una guerra o dos bandos enfrentados sino una banda terrorista, apoyada por un grupo político (Herri Batasuna y sus diferentes versiones), que pretendía doblegar la democracia para alcanzar sus objetivos e imponer su proyecto político totalitario. Basta Ya hablaba con claridad meridiana, razón por la cual sus miembros más destacados fueron perseguidos por ETA y algunos de ellos, como el propio Joseba Pagazaurtundúa o José Luis López de la Calle, asesinados. Basta Ya logró en 2000 reunir en San Sebastián a más de cien mil personas, hecho nunca logrado antes por ningún movimiento de este tipo. Se pasó de concentraciones de apenas dos decenas de personas a manifestaciones multitudinarias en las que participaba gente diversa y de procedencias distintas unidas por su defensa de la democracia efectivamente vigente. A eso ayudó que los mensajes fueran, no solo claros, sino también valientes y desacomplejados. Recuerdo que Otegi, tras una de las grandes manifestaciones de Basta Ya, dijo aquello de: “Solo faltaba la cabra de la Legión”. Basta Ya, en lugar de disimular, mantenerse en silencio o pedir perdón, le respondió como merecía, por boca de Fernando Savater: “Prefiero manifestarme con la cabra de la Legión que con la cantidad de cabrones con los que habitualmente suele manifestarse el señor Otegi”. 

Los miembros más destacados de la iniciativa tuvieron que sufrir permanentes amenazas e insultos, no solo desde las filas del nacionalismo más radical sino del supuestamente democrático y de otros sectores del establishment. Ser de o defender a Basta Ya no estaba bien visto en algunos sectores: lo habitual es que te acusaran de tensar a la sociedad o de ser un extremista. Un destacado dirigente del PNV dijo aquello de: “Igual que logramos desactivar a Jarrai, desactivaremos a Basta Ya”. Y otra vez Fernando Savater, representándonos a todos, le contestó como correspondía: “Que venga acompañado porque solo no va a poder”. Poco tiempo después, Joseba Pagaza fue… “desactivado”.  

20 años han pasado desde que el Parlamento Europeo entregó el Premio Sájarov a Basta Ya. Nunca tan pocos hicieron tanto por tantos. Y nunca se lo agradeceremos lo suficiente.

Breverías erasmianas (XLIV): “Principium dimidium totius” (El comienzo es la mitad de todo)

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Año Nuevo. La luna se alza sobre la playa. Foto de nuestro corresponsal en La Almadrava

El inicio de un nuevo año, sobre todo cuando el que acabó hace pocos días rebosaba con las penas y el dolor de millones de vidas, convierte cada día en una voluntariosa cuenta hacia adelante. Si bien el tiempo no es el calendario, sino un personal trascurso que cada uno de nosotros siente de modo diferente, anhelamos que los días y meses que lo componen sean mejores. Así cada “año nuevo” alentamos deseos y propósitos que más o menos nos formulamos.

Por eso se me ha ocurrido sacar a colación, de entre los miles glosados por Erasmo de Rotterdam, el siguiente adagio:

Principium dimidium totius

El comienzo es la mitad de todo

Adagio II, II, 39

Ἀρχὴ ἥμισυ παντός, id est:

Principium dimidium totius,

Comenzar bien es tener hecha la mitad.

Este adagio significa que la mayor dificultad reside en el comienzo de la tarea

Como es su costumbre, Erasmo sigue la pista de este proverbio en las obras de varios autores de la Antigüedad clásica. Nuestro humanista destaca en su comentario que Luciano, en su diálogo Hermótimo (1) (o De las sectas de los filósofos), lo atribuye a Hesiodo.

Lo encuentra también en la Política de Aristóteles (libro 5) y en Las Leyes (libro 6) de Platón, y lo glosa así:

Nam in proverbiis quidem initium totius facti dimidium dicitur.  Atque illud nimirum recte coepisse omnes undique laudibus ferimus. At istud, ut mihi quidem videtur, plus est quam dimidium. Neque quisquam hoc, ubi recte fit, satis pro merito laudarit.

En los proverbios se dice que el inicio es la mitad de cualquier acción, pues siempre y en todas partes se alaba el buen comienzo; por lo que a mí respecta, me parece que es mucho más de la mitad. Nadie recalcará suficientemente el valor que tiene el inicio, si se emprende bien.

Para reforzar su opinión, cita la recopilación medieval de Suidas, autor griego de mediados del s.X, en donde se cita a un tal Marinus, y nos ofrece su versión al latín:

Fuit autem nobis initium illud non tantum initium neque juxta proverbium dimidium totius, sed ipsum in solidum totum.

Esto es lo que supuso para nosotros aquel comienzo, no fue tanto un comienzo ni, como dice el proverbio, la mitad de todo, sino la cosa misma en su totalidad.  

Aristoteles item libro Moralium primo: principium enim plus quam dimidium totius esse videtur

Lo que confirma Aristóteles en su Ética (libro I): se suele decir que el principio es más de la mitad de todo

Concierto de Año Nuevo en Viena. Dirige Riccardo Muti. Imagen “expresionista” que he tomado de la televisión

A mi modo de ver la cita más interesante es la que Erasmo toma de las Epístolas de Horacio (1.2.), se trata de la carta a Lollius Maximus (un joven que asistía a clases de Retórica), en la cual espolea al joven a trabajar, no sea que cuando sea viejo y enfermo aún tenga pendiente la tarea. Al parecer al joven le reconcomían otras preocupaciones que le quitaban la serenidad y la voluntad para dedicarse seriamente a sus estudios, y le costaba mucho madrugar.

Entre otras cosas le dice:

Los bandidos se alzan de noche para ir a degollar a un hombre; y tú, para salvarte a ti mismo, no te despiertas?

Y más adelante:

Dimidium facti, qui coepit, habet : sapere aude.  

Obra comenzada está a mitad hecha: atrévete a saber

Horacio continúa con una metáfora extraída de la fábula del campesino que espera que el río deje de correr para atravesarlo, expresando así lo que aguarda a quienes no comienzan a poner en práctica sus propósitos:

A quien retrasa la hora de vivir con rectitud y espera, como el labriego aquel, que la corriente del río se detenga…  la corriente seguirá y sus aguas fluirán hasta el fin de los siglos

Erasmo concluye su glosa con citas de Ausonio y de Plutarco, quien en Cómo debe el joven escuchar la poesía (2) traduce unos versos de Sófocles:

Ἔργου δὲ παντὸς ἤν τις ἄρχηται καλὦς,

Καὶ τὰς τελευτὰς εἰκός ἐσθ’ οὕτως ἔχειν,

id est:  

Negotii cujusque si bene coeperis,

Et finem item bonum fore probabile est.

es decir:

Si bien comienzas todo cuanto harás

Así probablemente el fin bueno será   

Fuente latina: Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, p.p. 203-204
Vals. Concierto de Año Nuevo en Viena. Dirige Riccardo Muti. Imagen “expresionista” que he tomado de la televisión

Notas:

(1) Hermótimo de Clazómenas (siglo VI a.C.)

(2) Moralia, 16A

Breverías erasmianas (XLV): “Asinus portans mysteria ” (El asno portando misterios)

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Andrea Alciato, Libro de los emblemas, VII “Non tibi sed religioni”. Fuente: Alciato’s Book of Emblems, The Memorial Web Edition

“Asinus portans mysteria

Un burro transportando misterios

Adagio II, II, 4

Ὄνος ἄγων μυστήρια”, id est Asinus portans mysteria, in eum dicebatur, qui praeter dignitatem in munere quopiam versabatur, veluti si quis ignarus litterarum bibliothecae praefectus esset.

Que “un asno transportando misterios” se decía de quienes desempeñaban una función de la que no eran dignos, algo así como si a un iletrado se le hiciese director de una biblioteca

Así comienza el texto erasmiano que continúa con las citas de las fuentes clásicas en las que el texto se basa. Según la antología de adagios de Erasmo de William Barker (The adages of Erasmus, University of Toronto Press, 2001), el humanista bebió de las mismas fuentes que inspiraron a Andrea Alciato para su emblema nº VII “Non tibi sed religioni”

Erasmo comienza con Aristófanes:

Νὴ τὸν Δί’, ἐγώ γ’ οὖν ὄνος ἄγων μυστήρια.

Ἀτὰρ οὐ καθέξω ταῦτα τὸν πλείω χρόνον,

¡Por Zeus! ¡Voy como asno que carga misterios!

¡Pero no aguantaré esto mucho más!

.

(“Las ranas”, 159-160)

En la comedia el pobre Jantias, que acompaña a Dioniso, se queja amargamente de tener que cargar, como si fuese un asno, con los objetos sagrados para las celebraciones de los Misterios de Eleusis.

Por su parte, el grabado de Alciato representa a un burro que carga un objeto sagrado, a cuyo paso se arrodillan los fieles, lo que hace sentirse al burro como el destinatario de esa veneración. De ahí la leyenda del emblema: “¡No es a ti, es a la religión!” (Non tibi sed religioni) (*)

(Barker, op.cit, p.162)

Pero volvamos a la glosa de Erasmo:

Se comenta que este adagio se originó en la práctica de acarrear sobre burros los objetos sagrados para las celebraciones de Eleusis. Se refiere también a quienes sólo trabajan para provecho de otros, mientras que para sí mismos nada ganan sino molestias; por ejemplo alguien que lleva para otros comida que no podrá compartir.

Interpres affirmat inde natum adagium, quod olim, quibus ad peragenda sacra Eleusinia opus erat, asino imposita deportabantur. Quadrabit et in eos, quorum opera aliis duntaxat est usui, cum ad ipsos praeter molestiam nihil interim redeat, veluti si quis cibos aliis gestet, quibus ipsi non liceat vesci.

También se refiere a la costumbre griega de coronar con guirnaldas los molinos de harina durante los festivales. En los proverbios de Suidas se comenta que, por eso, este adagio se aplica a quienes gozan de honores que les ennoblecen sin merecérselo, como por ejemplo cuando se concede a los indoctos un título, el birrete o el anillo de doctores, y otras distinciones de esa clase.

Itaque torquebitur eleganter in eos, quibus immerentibus honos habetur, veluti, cum indoctis doctoris titulus, pileum, et anulus aliaque id genus insignia attribuuntur.

Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, página 932 (la traducción es mía)

Por mi parte no creo que necesite extraer ninguna moraleja, pues tanto los versos de Andrea Alciato como la glosa de Erasmo son suficientemente expresivos y no escasean los ejemplos de indoctos ascendidos a doctores y de plagios de sobresaliente cum laude.


Notas:

(*) El texto de Alciato reza así :

Isidis effigiem tardus gestabat asellus,

    Pando verenda dorso habens mysteria.

Obvius ergo Deam quisquis reverenter adorat,

    Piasque genibus concipit flexis preces.

Ast asinus tantum praestari credit honorem

    Sibi, et intumescit, admodum superbiens:

Donec eum flagris compescens, dixit agaso,

    Non es Deus tu, aselle, sed Deum vehis.

La imagen de Isis un asno tonto cargaba,

   Misterios venerandos sobre su curva espalda. 

Al pasar reverentes todos a la Diosa adoraban,

   Y piadosas oraciones de rodillas pronunciaban.

Mas el asno creyó que tamaño honor lo tributaban

   A él, y de orgullo muy mucho se henchía,

Hasta que el arriero le dijo mientras que le azotaba:

  ¡Burrito, no eres Dios, que Dios es lo que cargas!

.

Fuente: Alciato’s Book of Emblems, The Memorial Web Edition (la traducción es mía)


                       

Breverías erasmianas (XLVI): “sic sculptus est hominis animus, ut longe magis fucis, quam veris capiatur” (el alma humana está hecha de tal modo que la seducen mucho más los engaños que las verdades)

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Pinzón de Darwin. Foto R.Puig

Dedicado a José María Tortosa

Un buen amigo mío en su blog se ha referido a una frase de Erasmo en su Elogio de la locura aparecida en Le Monde y que a menudo se trae a colación con varias redacciones. El diario la ha tomado de la versión francesa de Pierre de Nolhac que reza así: L’esprit de l’homme est ainsi fait qu’on le prend beaucoup mieux par le mensonge que par la vérité

La misma sentencia ha sido parafraseada en un diario español por Andrés Trapiello, quien lo expresa así: la mentira es infinitamente más atractiva que la verdad.

El texto original de Erasmo está en su Encomium moriae y es el siguiente:

.

“sic sculptus est hominis animus, ut longe magis fucis, quam veris capiatur”

el alma humana está hecha de tal modo que la seducen mucho más los engaños que las verdades

Elogio de la locura, capítulo 45

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Postremo sic sculptus est hominis animus, ut longe magis fucis, quam veris capiatur.

En definitiva, el corazón humano está hecho de tal modo que se le cautiva mucho más con engaños que con verdades

El contexto al que Erasmo se refiere es el de los predicadores que quieren atraer la atención de sus feligreses que…

dormitan, bostezan y se aburren

dormitant, oscitant, nauseant omnes

Y el método del cura es captar su atención con alguna fabulilla (aliquam fabellam), con lo que los fieles se desperezan y nuestro humanista subraya no sin ironía:

su felicidad cuesta poco, basta una pizca de persuasión 

sua felicitas minimo constat, id est, sola persuasiuncula

Hacia el final del capítulo Erasmo escribe:

¿Percibís acaso la diferencia entre esos que en la caverna platónica contemplan las sombras y las imágenes de los objetos, sin nada más que desear, perfectamente satisfechos, y el sabio que ha salido de la caverna y ve las cosas como son?

Num quid interesse censetis inter eos, qui in specu illo Platonico variarum rerum umbras ac simulacra demirantur, modo nihil desiderent, neque minus sibi placeant? et sapientem illum qui specum egressus, veras res adspicit?

Elogio de la locura, capítulo 45

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De picos y de bocas

Da la casualidad, que en la entrada del domingo pasado informaba de la llegada pre-primaveral de los “pinzones de Darwin” a los jardines de Gotemburgo, es decir de esas aves que bien tenían un pico que les servía para prevalecer, bien han ido adaptando sus picos al alimento que encuentran en su entorno. El resultado es que me he distraído con cierta relación entre la adecuación o evolución de los picos, las bocas humanas y lo que Erasmo dice sobre la capacidad de seducción de las mentiras. Al fin y al cabo, las bocas también nos alimentan y no sólo con comida.

Pero, volviendo a los picos de los pinzones…

Variedad de picos del Pinzón de Darwin. Fuente: Wikipedia

Sea, como se dice actualmente, que es por selección natural, o, como pensó Darwin, por evolución, el caso es que el “pinzón de Darwin” se permite el lujo de tener toda clase de picos, en función del entorno en el que ha de alimentarse y sobrevivir.

Pinaroloxia inornata. Fuente: Wikipedia

Pero nuestros picos -perdón ¡nuestras bocas!- pueden brillar como el oro o arrojar gangas e incluso inmundicias. Acudamos a las fuentes tradicionales de la tradición medieval…

Un vademecum de predicadores

Una de las fuentes de esas fábulas para el púlpito a las que se refería Erasmo es la Legenda aurea de Jacobo de Voragine. De este betseller de la Edad Media hemos hablado en este blog en dos ocasiones, la primera hace ya nueve años

Legenda aurea. Manuscrito de la Biblioteca Medicea Laurenziana. Florencia

En esa obra, organizada según el año litúrgico, el 27 de enero (capítulo xxxiv) al comienzo del ayuno cuaresmal se cuenta la historia de un pico de oro, el famoso predicador obispo de Constantinopla del Imperio Bizantino San Juan Crisóstomo (347-407). Aunque los seres humanos no tenemos pico, a aquel obispo se le apodó pico de oro y, de forma más propia, boca de oro.

Cuando disertaba a diario sobre alguno de los temas que le apasionaban, el templo se llenaba a rebosar y su boca podía cautivaba a los fieles con predicaciones que podían ser melifluas, pero también -¡ay!- transformarse en violentos anatemas y condenas e incitar al odio adversus iudeos o a flagelar los vicios femeninos, o a combatir a sus incansables adversarios. Podía fascinar con su palabra y también tronar como un júpiter cristiano. Lo mismo se erigía en defensor de las iglesias como lugar de asilo contra el poder imperial, como entregaba a los esbirros a su odiado enemigo, el cónsul Eutropio quien,

habiendo ofendido al emperador, se refugió en el templo de Juan Crisóstomo escondiéndose bajo el altar. Entonces el obispo, dirigiéndose a él, le dedicó una homilía llena de los más duros reproches; tras lo cual dejó que el emperador le apresase y le cortase la cabeza. Y muchas gentes se indignaron de que, ante la desgracia de su enemigo, el obispo no tuviera piedad alguna hacia él. Era por cierto inmisericorde en todas sus invectivas contra los los malvados; por lo que es explicable que haya suscitado tantos odios.

Leyenda aurea, capítulo xxxiv dedicado a San Juan Crisóstomo

En las seis páginas que la Leyenda aurea dedica a aquel boca de oro encontramos todas las contradicciones de un predicador que hoy calificaríamos de populista, que no sólo se sitúa en los orígenes de la importante tradición misógina de la jerarquía eclesiástica en sus sermones contra Eudoxia, sino que también fue el fundador de una larga historia de odio a los judíos, de la que se han derivado hasta hoy pogromos, masacres y expulsiones que, pasando por Lutero, llevaron a la Europa del nazismo al indecible horror de la Soah y a lo que hoy se denomina antisemitismo.

Esa hidra sigue viva, como por desgracia demuestran campañas como la desatada en Polonia desde hace años contra los historiadores del Holocausto y contra los pocos judíos que en el país salieron vivos de la ocupación del ejército alemán, con la colaboración de una parte de su población, lo que ocurrió también en otros países europeos, con la diferencia de que el gobierno ultranacionalista polaco ha decretado que se trata de una calumnia punible por la ley, estimulando además la negación de la Soah con recursos públicos.

Pero retornemos a otros aspectos de las funciones orales.

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De las virtudes de la boca

Tras considerar a esos pinzones, tan adaptativos, que a lo largo de milenios han estado cambiando de pico según convenía a su supervivencia, he comenzado a preguntarme cómo se fue transformando la boca desde los pre homínidos a los homo sapiens. ¿Podemos decir que nuestras bocas, como en el caso de esas aves, se han ido adecuando a diferentes momentos y funciones de la milenaria evolución de nuestra especie? Confieso mi ignorancia, tendría que leer más, pues ya llevan tiempo los paleontólogos identificando las etapas de la evolución de las pre especies y especies humanas a base de desenterrar mandíbulas y molares.

Lo lógico sería que, procediendo desde los pre homínidos hasta nosotros, las bocas de aquellos fuesen más grandes que las nuestras ya que, al fin y al cabo, salvo excepciones, no solemos ya comer a dentelladas presas crudas, ni comunicarnos a base de rugidos. De modo que la evolución civilizatoria, si la función hace al órgano, digo yo que habrá llevado a las bocas humanas a devenir de fauces en bocazas, y de estas en bocas, incluso en boquitas. Y si el tamaño de los picos de los pinzones se ha debido al tipo de alimento que consumen, es de suponer que a medida que los seres humanos dejaron de comer como gorilas y desarrollaron métodos de cocción y de cultivo, así como instrumentos para trocear los manjares, las bocas irían disminuyendo de tamaño, aunque puede que a los caníbales les tomase más tiempo.

No tengo la competencia (*) para disertar sobre la evolución de la fisionomía y tamaño de la boca de pre homínidos, homínidos y humanos. Así que me limito a listar sus posibles funciones, como por ejemplo el respirar, morder, beber, rugir, bramar, devorar, comer, succionar; el grito, la elocución, el habla; el silbido, el canto, la declamación, la recitación, la conversación, el musitar, el beso, etcétera.

Bocas. BNE. Anónimo italiano, s.XVII. jpg

Y recurrir de nuevo a Erasmo quien nos recuerda que:

Por eso la natu­raleza ha querido que el hombre reciba el don de la vida no tanto para sí mismo como para orientarlo hacia el amor, para que entienda bien que está destinado a la gra­titud y a la amistad. Es así que no le dio un aspecto feo u horrible como a otros sino dulce, pacífico, marcado con el sello del amor y la ternura. Le dio una mirada afectuo­sa que refleja los movimientos del alma. Le dio unos bra­zos capaces de abrazar.

Proinde natura voluit hominem vitae munus non tam sibi quam benevolentiae acceptum ferre, quo videlicet intellegeret sese gratiis esse dicatum ac necessitudini. Tum speciem dedit non taetram et horridam, uti ceteris, sed mitem ac placidam, amoris ac benevolentiae notas prae se ferentem. Tribuit oculos amicos et in his animi signa. Dedit brachiorum sinus ad complexum.

Le dio el sentido del beso para que las almas puedan unirse al mismo tiempo que se unen los cuerpos. Sólo a él le acordó la risa, signo de ale­gría. Sólo a él las lágrimas, símbolo de clemencia y mise­ricordia. ¿No le dio acaso una voz que no amenaza ni es temible, sino que, a diferencia de las fieras, es amistosa y agradable? No contenta aún con estos dones, la naturale­za reservó al hombre el uso de la palabra y de la razón, atributos que contribuyen sobre todo al establecimiento y al fomento de la benevolencia, de modo que nada entre los hombres se resuelva por la fuerza.

Dedit osculi sensum, quo ceu copularentur et sese contingerent animi. Uni risum attribuit, alacritatis indicium ; uni lacrimas, clementiae et misericordiae symbolum. Quin et vocem dedit, non minacem et horrendam sicut beluis, sed amicam et blandam. Nec his contenta natura sermonis et rationis usum uni tribuit, quae quidem res ad parandam et alendam benevolentiam in primis valet, ne quid omnino per vim inter homines gereretur.

Extracto de “Dulce bellum inexpertis” de Erasmo de Rotterdam (Adagio 3001 – IV i 1 ). Traducción propia en mi edición de Adagios del poder y de la guerra y Teoría del Adagio (Madrid, Alianza Editorial, 2008), pp. 202-203. El texto latino procede de Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, pág. 1980

En esas mismas páginas Erasmo describe cómo el odio y la violencia transforman a los hombres en alimañas, aunque su descripción de la guerra es el punto de partida para un extraordinario encomio de la paz.

Por desgracia, el culto irrestricto a lo que algunos llaman libertad de expresión (la suya) – considerada como un derecho que no respeta el límite civilizado de los derechos de los demás – llena hoy de ruido y furia los innumerable canales de información e incluso empuja a descerebrados fanáticos a practicar el terrorismo urbano, donde llamarlo urbano es un amargo oxímoron. Por lo que estamos ante el inveterado uso…

de la boca como fuente de basura

“La boca y sus enfermedades”, 1897, Biblioteca Nacional.

Como si no bastasen las enfermedades que los libros de patología describen en abundancia, hay bocas que, a pesar de su pletórica fisiología, están gobernadas por mentes atrabiliarias que se regodean azuzando a la violencia y al odio a otras mentes similares.

Recientemente, el caso de un famoso rapero con ínfulas de influencer se ha convertido en crónica de sociedad. De la boca de uno que vive de eso han estado saliendo lindezas como las siguientes:

¡Merece también un navajazo en el abdomen y colgarlo en una plaza!

¡Que li fotin una bomba, que revienten sus sesos y que sus cenizas las pongan en la puerta..!

¡Que alguien clave un piolet en la cabeza de xx!

¡Merece que explote el coche de xx!

¡Pena de muerte ya a las infantas patéticas, por gastarse nuestra pasta en operaciones de estética!

¿50 policías heridos? ¡Estos mercenarios de mierda se muerden la lengua pegando hostias y dicen que están heridos!

¡Si tanta monarquía quiere el pueblo como dicen los tertulianos mercenarios, que suelten a la familia real sin escoltas por nuestras calles!

¡Policías que con Franco encarcelaban y que ahora encarcelan como jueces de la Audiencia Nazi-onal!

¡Luego pretenden que les lloremos cuando les pasa algo a esos monstruos llamados policías!

etc.

Fuente: El Correo, 18 de febrero de 2021
“Bocas”. García Hidalgo, s.XVII, Biblioteca Nacional

Hay bocazas que, como dice un adagio, espolean al que ya corre, estimulando a los vándalos tan comprendiditos por algún político recogepelotas.

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Nos queda la poesía

Como no quiero dejaros con mal sabor de boca, traigo de nuevo a estas páginas a un verdadero bardo, de los que honraron con su arte el habla que nos distingue como seres humanos. Como hace tres años, la poesía de José Hierro:

PRIMAVERA

Si ahora vinieras con tus flautas,

con tus rebaños de aguas grises,

si tuvieras figura humana,

brazos duros para dormirme,

y no estas flores amarillas

que sólo dejan presentirte,

y no esta brisa que nos roza

como unos dedos invisibles,

y no esta luz, que no sabemos

si es que te quejas o te ríes…

.

Si me llamaras a tu lado,

todo: las horas vagas, tristes,

la soñolienta calma, todo

lo dejaría por seguirte;

si ahora volvieras, primavera,

si te me hicieras hoy visible,

si a mí llegaras de muy lejos

entre unos álamos flexibles


José Hierro, de “Tierra sin nosotros” (1947)
Tenacidad. Foto R.Puig

NOTAS.

(*) Esto son especulaciones mías, pero es posible que si leemos alguno de los libros de Juan Luis Arsuaga Ferreras encontremos alguna información al respecto, pues si alguien sabe de esto es nuestro gran paleontólogo, que ha estudiado las entrañas del sitio de Atapuerca y su sima de los huesos.

Giuseppe Modica, la luz como la vía del pintor para reordenar el mundo (y II)

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Giuseppe Modica. «Fiat Pax», 2022. óleo sobre tela, 150×110 cm.

La Paz sigue siendo la utopía que, siglo tras siglo, se retrae una y otra vez del alcance de la Humanidad, en cuyo seno surgen repetidamente las mentes criminales con poder dispuestas a impedir su logro. En este cuadro reciente ha expresado Giuseppe Modica ese ansia que la guerra acorrala en el espacio de lo irrealizable.

Al fondo de una galería de espejos el deseo de vivir en paz se aleja fugitivo. En primer plano el poliedro inspirado por la Melancolía de Durero y, tras los muros que nos alejan de la Paz, el azul del mar y los campos natales del pintor. El horizonte en calma de una memoria primigenia figura una época añorada que la voluntad violenta, la malignidad de unos pocos, arrebata desde siempre a las inmensas mayorías.

Este cuadro es una invocación silenciosa con el único grito que el artista tiene, el de su creación pictórica

Giuseppe Modica ,»Fiat Pax» 2022, detalle.

El cuadro Fiat Pax de Giuseppe Modica fue portada el domingo 17 de abril del 2022 del suplemento La lettura del Corriere de la Sera, que se la encargó al artista. Fue acompañada de una nota biográfica del artista véneto Gianluigi Colin (Pordenone, 1956) que sintetizaba el sentido del cuadro: «estamos en un tiempo en suspenso donde sin embargo el presente adopta la forma de un arco iris en el que están impresas dos palabras que aparecen como admonición y grito colectivo: Fiat Pax» (*)

El 10 de abril presenté algunos lienzos que Giuspeppe Modica pintó en los años noventa, así como sus evocaciones de aquellos artistas del pasado que inspiraron algunos de sus cuadros de entonces, así como otros de la segunda década del siglo XXI.

Giuseppe Modica, «Studium» 2016, óleo sobre tela, 130×162 cm.

Hoy completo, si es que eso es posible, aquel primer capítulo con algunas obras recientes que nos ayudan a seguir analizando su contribución a la pintura contemporánea italiana y europea.

El taller es un lugar mágico lleno de resonancias, un lugar no sólo de producción sino también y sobre todo de meditación, reflexión y gestación, como suele subrayar el propio Modica, llamándolo labor-oratorium. En el interior, juega un papel fundamental el espejo, ese no lugar fugitivo, pero capaz de multiplicar los puntos de vista y también las diferentes visiones posibles de la realidad, cada una portadora de maravilla y estupor.

Mariastella Margozzi, Directora de los Museos Estatales de la Ciudad de Roma
«Rifrazione-Atelier»,2020, óleo sobre, tela150x110 cm.

La pintura es como un espejo y presenta una alternancia y una relación entre la superficie y la profundidad, entre la sensualidad táctil de los primeros planos y la profundidad ilusoria de la lejanía. Y todo sucede en el espacio mágico y el tiempo infinito del Atelier.

El Atelier es también un lugar de encuentro y confluencia de distintas temporalidades: el tiempo de la memoria y la imaginación se combina con el tiempo procesual y constructivo de la larga elaboración ejecutiva. Es el sitio de un entrelazamiento laberíntico de impresiones cotidianas y memorias culturales.

Giuseppe Modica, 2021
«Atelier Nero (contraluz)», 2018 óleo sobre tabla,100×140 cm.

Esta es la única obra del pintor, entre las que aparecen en su página web, y que en particular me ha señalado para el blog, en la cual el negro es el protagonista a contraluz. Es un cuadro en el que el pintor por excelencia de la luz mediterránea, en cuyos obras la oscuridad queda siempre restringida a una estancia que se atisba a través de una puerta o al pasaje de un túnel, pero sólo como tránsito hacia la luz del mar, del paisaje o del cielo, el solo cuadro en que la oscuridad embarga el cuadro, y la luz queda circunscrita. Se trata de una cámara oscura, de una estancia agrandada similar a aquellas cajas que Caravaggio o Vermeer dicen que utilizaban para capturar la escena. ¿Es el mar que se percibe en los espacios geométricos del atelier negro de Módica el resultado de una proyección que quiere romper el encierro de este recinto enladrillado de negro? ¿Corresponde este cuadro inhabitual a una meditación en tiempos difíciles?

Un año antes ya había realizado un cuadro en el que una cortina de oscuridad intenta cancelar un cielo luminoso manchándolo de precipitaciones mugrientas, como si una ventana olvidada nos velase el mundo

«Luce-Buio», 2016-17, óleo sobre tela, díptico 150×200 cm.

Creo que todo pintor, llevado por un secreto y a menudo inconsciente anhelo de reordenar el mundo, para lograr su obra pugna con la realidad. Su arma para esta tarea inacabable es la luz, esa materia fugitiva que los pintores tratan de domesticar, capturando algunas de las tonalidades del espectro e identificándose con ese mundo que con su elección nos abren.

Giuseppe Modica es un pintor infatigable, cuya pintura esposa el azul primario, el cian, en todos sus matices. No obstante, también en su laboratorio, el mundo reclama sus derechos, se resiste a ser reordenado, y llegan los días en que el negro surge, ya que incluso un magenta puede teñir el azul y oscurecerlo; incluso el amarillo solar puede arrastrarnos al eclipse, dando paso a las negruras de la realidad con las que el pintor se enfrenta.

«Spazio circolare» (viaggio infinito) 2021, óleo sobre tabla,100×100 cm.

Concluiré fijándome en un lienzo del año pasado en el que reafirma y renueva su constante meditación sobre el espacio y sus ilusiones especulares, recorriendo los territorios del sueño donde pasamos de un plano de la realidad a otro. Ya no es el poliedro de la melancolía de Durero el que se repite en este lienzo sino la esfera, la forma que Parménides (504 – 450 a.C.) consideraba la representación del Ser, perfecto como una esfera, igual en todas sus direcciones a partir del centro.

Quizás Giuseppe Modica nos esté diciendo que su búsqueda a través de los espejos sea la de un mundo reordenado en la armonía de las esferas y de la luz, una realidad que él investiga con serenidad tenaz en ese atelier en el que elabora sus lienzos, unos pocos cada año, como meditaciones que su pincel destila.


Notas:

(*) Ojalá que este grito no fuese necesario y que no se tuviese que iniciar este segundo capítulo dedicado a mi profesor y amigo, Giuseppe Modica, con esa invocación en la que leo su tácito rechazo a esa sangrienta invasión de Ucrania por el ejército de un dictador que no sólo somete y silencia al propio pueblo ruso, sino que ha decidido asesinar a miles de civiles y destruir la vida de millones de personas.

Breverías erasmianas (LII): “In nocte consilium” («De la noche el consejo»)

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En la noche la luna. Foto R.Puig

In nocte consilium

De la noche el consejo

Adagio II, II, 43

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Este es uno de los muchos proverbios o adagios grecolatinos que se prestan a interpretaciones ambiguas, esos que Erasmo deshilvanó en sus Adagiorum collectanea o Adagiorum chilliades (en el año de sus muerte la obra incluía 4151 adagios). En su labor filológica citaba autoridades como base de las diversas interpretaciones, para luego introducir sus glosas y a menudo proponer su propio pensamiento sobre la cuestión, a veces muy extensamente. Pero pasemos al que nos ocupa hoy, leyendo lo que escribió aquel best seller del siglo XVI:

 ’Σν νυκτὶ βουλή, id est In nocte consilium. Admonet adagium non esse praecipitandum consilium neque statim ad primos animi impetus quippiam agendum. Nox autem propter solitudinem ac silentium vel maxime ad considerandum consultandumque de rebus gravibus est idonea. Praeterea saepenumero fit, ut somnus sedata cupiditate pristinam sententiam vertat. Unde etiam vulgo dicitur ab idiotis nostratibus : Super hac re indormiam, ubi significant se per otium deliberaturos.

.

‘En el parlamento de la noche’, es decir ‘En el consejo nocturno’. El adagio nos recuerda que el consejo no debe apresurarse ni que las acciones se han de decidir al primer impulso de la mente. Más bien, la noche, por su soledad y silencio, es especialmente apta para considerar y deliberar sobre asuntos importantes. Además, sucede a menudo que el sueño, sosegada la pasión, revierta la opinión inicial. De ahí que también nuestros idiotas comúnmente digan: ‘Voy a dormir sobre este asunto’, cuando quieren decir que lo resolverán en sus ratos libres.

Esta observación final apunta con cierto sarcasmo a la cachaza de aquellos que ante un problema prefieren esperara que las cosas se resuelvan solas. En todo caso, sigue citando a Sófocles y a Plutarco para afirmar que para llegar a dar un buen consejo hay que evitar la precipitación.

Al final, nos dice que Platón, según una cita de Plutarco, cuando escribía a los lacedemonios, aludía a un “club nocturno” (νυκτερινὸν σύλλογον), es decir, una asamblea nocturna de los más ancianos, «a la que se trasladaban los casos más difíciles»:

Platonem, qui scripserit apud Lacedaemonios, ni fallor, fuisse νυκτερινὸν σύλλογον, id est nocturnum conventum gravissimorum, ad quem difficilimae causae rejiciebantur.

Plutarco, Banquete de los siete sabios, 7, 9,
Luna sobre la playa. Foto R. Puig

Sea como sea, bien se trate de buscar un pretexto para no tomar decisiones, lo cual no es una solución, bien se trate de tomarse un siesta o irse a la cama a dormir para estar más lúcido al día siguiente, el caso es que eso de «consultarlo con la almohada» forma también parte de de nuestro acerbo de expresiones castellanas. El comentario erasmiano nos demuestra una vez más que a menudo nuestras expresiones son de rancio abolengo, o dicho de otra manera que ya los filósofos y comediógrafos de la Antigüedad lo habían expresado de modo parecido.

De todos modos, es bien sabido que todo puede degenerar y, en este caso, convertirse en el habito de el «Vuelva usted mañana» que retrató Mariano José de Larra (1809-1837), alguien que vivió aceleradamente.

Para despedirme, esperando que sepamos encontrar el justo medio entre el vicio de la desidia y las angurrias del apresuramiento, traigo aquí una imagen de la paciencia que capté antes de ayer. En casos como el que aquí se muestra, el problema podría ser que la asamblea de los peces delibere sin fin antes de decidirse a morder el anzuelo.

Aguardando a que piquen. Foto R. Puig

Fuente latina: Les Adages d’Érasme, Les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), Lyon 2010 (traducción mía)


Breverías erasmianas (LIII): “Colubrum in sinu fovere” («Nutrir una serpiente en el regazo»)

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Invierno en Estocolmo. Foto Marie Puig

En poco más de una semana, héteme aquí, emigrado desde el mare nostrum a las latitudes del hielo, donde la naturaleza hiberna, trashumante crónico en dirección opuesta a los rebaños.

Para las navidades blancas, nada como los parajes del norte escandinavo.

Y ya que cerca de los hielos me aposento, he elegido dos adagios comentados por Erasmo, en los que el frío es protagonista. Hoy es ya domingo y no me queda mucho tiempo ni el catarro me deja muchas energías, así que les voy a ofrecer el corto, dejando para otro día invernal el más largo (*).

Vamos pues a ello:

Colubrum in sinu fovere

Nutrir una serpiente en el regazo

Adagio IV, II, 40

Ὄφιν ἐν τᾫ κόλπᾩ θάλπειν»,

id est,

Serpentem in sinu fovere,

dicitur qui complectitur amore studioque

prosequitur hominem ingratum,

et aliquando per occasionem nociturum.

.

Sumptum est ab apologo quodam, qui Aesopi nomine fertur.

Eum Gabrias quidam iambis expressit in hunc modum :

.

Ἔθαλπέ τις γεωργὸς ἐν κόλποις ὄφιν

Ὡρᾳ κρύους· ἐπεὶ δὲ θέρμης ᾔσθετο,

Ἔπληξε τὸν θάλψαντα κἄκτεινεν τάχος.

Οὕτω κακοὶ ποιοῦσι τοὺς εὐεργέτας,

id est,

Sinu fovebat quidam agricola viperam

Gelu rigentem ; at haec calorem ut senserat,

Ferit foventem moxque perimit vulnere.

Ingrati ad hunc benemeritos tractunt modum.

.

Est et alter apologus, de gallina fovente serpentis ova, quam admonet hirundo, ne in suam perniciem foveat.

.

Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, pp. 2074-2075,la traducción que sigue es mía.
De mi televisor el 10 de diciembre (TV 4, Suecia)

Así se dice de alguien que abraza con amor y cuida solícito de un hombre ingrato, quien finalmente se aprovecha para hacerle daño.

La fábula se atribuye a Esopo y fue un tal Gabrias quien la compuso en verso yámbico:

.

Un cierto granjero cuidaba en su seno a una víbora

que estaba helada de frío; la que al sentir el calor

mordió a su cuidador, que herido pronto pereció.

Así tratan los ingratos a quienes les favorecen.

.

Hay otro apólogo que habla de una gallina que incubaba un huevo de serpiente, a la que una golondrina previno de que abrigarlo le perjudicaría.

Esopo 176 y 192 de la edición de Perry

Notas:

(*) Les adelanto el segundo: Ex eodem ore calidum et frigidum efflare, es decir «Por la misma boca soplar caliente y frío».

Breverías erasmianas (LIIV): “Ex eodem ore calidum et frigidum efflare” («Soplar cálido y frígido por la misma boca»)

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Hans Holbein, dibujo en tinta al margen del «Elogio de la locura»: «discutidores contenciosos que de grandes disparates provocan tragedias»

Ex eodem ore calidum et frigidum efflare

Soplar cálido y frígido por la misma boca

Adagio I, VIII, 30

Ἐκ τοῦ αὐτοῦ στόματος τὸ θερμὸν καὶ τὸ ψυχρὸν ἐξάγειν, id est Eodem ex ore calidum ac frigidum proferre. Bilingues et qui eundem modo laudant modo vituperant, ex eodem ore calidum ac frigidum spirare dicuntur. Natum ex apologo quopiam Aviani fabulatoris. Satyrus quidam, cum vehementer algeret hyberno gelu supra modum saeviente, a rustico quodam inductus est in hospitium. Admiratus autem cur homo inflaret in manus ori admotas rogavit cur ita faceret. Is respondit ut frigidas manus halitus tepore calefaceret. Deinde ubi extructo foco, apposita mensa, in pultem fervidam rursum inflaret, magis etiam admiratus sciscitatus est, quid hoc sibi vellet. Ut pultem, inquit, nimium ferventem halitu refrigerem. Tum satyrus surgens a mensa : Quid ego audio?, inquit , Tun’ eodem ex ore pariter et calidum et frigidum efflas? Valebis, neque enim mihi ratio est cum ejusmodi homine commune habere hospitium.

,,,

Ἐκ τοῦ αὐτοῦ στόματος τὸ θερμὸν καὶ τὸ ψυχρὸν ἐξάγειν quiere decir que «De una misma boca sale tanto lo caliente como lo frío». Se dice de los que hablan dos lenguas, así como de aquellos que igual que alaban algo, eso mismo vituperan, por la misma boca soplando frío y calor. El apólogo se debe a un fabulador de nombre Aviano, donde cuenta que a un sátiro que estaba sufriendo mucho por la helada del invierno cierto campesino se lo llevó a la posada. Sorprendiéndose (el sátiro) de ver a éste acercar las manos a la boca para soplárselas, le preguntó por qué lo hacía. Y él le respondió que era para calentar sus manos frías con el calor del aliento. Cuando, encendido el fuego y puesta la mesa, sopló también la salchicha caliente, más aún se asombraba (el sátiro) y le preguntaba qué pretendía con eso. «Para comer la salchicha, le dice (el campesino), la enfrío con mi aliento, pues está quemando». Entonces el sátiro levantándose de la mesa exclamó: «¿Qué es lo que oigo? ¡Por la misma boca tú soplas caliente y frio! ¡Será así para ti, sin embargo no encuentro razón para compartir hospedaje con alguien como tú!».

(Texto latino:Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, pp-650-652) Trad. R.Puig
Hans Holbein, dibujo en tinta al margen del «Elogio de la locura»: «¡Que los puercoespines y erizos del espíritu de Scoto … vuelvan donde les plazca!»

En el comentario de este adagio y del apólogo que cita, Erasmo expone a continuación las explicaciones fisico-fisiológicas con las que Aristóteles trata de explicar la contradicción de que una misma boca pueda soplar frío o caliente (Problemas, 34,7). Con la venia del lector, se las ahorro.

A continuación prosigue con el comentario:

Est huic confine quiddam in epistola Jacobi apostoli ; nam hujus nomine legitur. Ἐκ τοῦ αὐτοῦ στόματος βρύει τὸ γλυκὺ καὶ τὸ πικρόν, id est Ex eodem ore emanat dulce et amarum. Huc adscribi poterit, quod refert secundo libro Plinius plus quam prodigiosum fontem esse quemdam in Dodona, qui, cum sit frigidissimus, et faces, si quis ardentes immergat, extinguat, si extinctae admoveantur, accendit. Quae omnia torquere licebit in rhetores, qui eadem norunt laudare et vituperare, elevare atque attollere. Item in jureconsultos, qui causam eamdem nunc tuentur, nunc impugnant. Ad eum sensum detorsit Plutarchus, quod Circe eadem virga mentem adimit ac reddit, pecudes facit et  homines. Extat apud Graecos hic senarius proverbialis :

Σὸν αὐτὸν αἰνεἶν καὶ ψέγειν ἀνδρὸς κακοῦ, id est

Laudare eumdem carpereque viri est mali.

Hay algo parecido en la la epístola que se atribuye a Santiago apóstol: ”Ἐκ τοῦ αὐτοῦ στόματος βρύει τὸ γλυκὺ καὶ τὸ πικρόν », es decir: “de la misma boca emana dulce y amargo”. En el segundo libro de Plinio se cuenta que hay en Dodona un manantial más que prodigioso, que siendo muy frío apaga las antorchas, si alguno las sumerge en el fuego; y si dentro se las remueve apagadas, las enciende. Estas cosas se pueden extrapolar a los retóricos, que lo mismo saben alabar como reprochar, enaltecer y exaltar. También a los jurisconsultos, que ahora defienden una causa, ahora la atacan. En este sentido la tomó Plutarco, que hace que Circe con la misma vara mágica quite la razón y la restaure, haciendo de los hombres ganados y de los ganados hombres. Entre los griegos existe frase proverbial:

“Alabar y culpar al mismo hombre muestra al bribón”.

(Santiago, 3.10-11; Plinio, «Historia natural», 2.228; Plutarco, «Moralia», 985D y ss.)
Hans Holbein, dibujo en tinta al margen del «Elogio de la locura»: «nuestros teólogos andan dedicados a las argucias dialécticas»

Por último, Erasmo cita a Ateneo (4.182d) y de nuevo los «Problemas» de Aristóteles (19.18 y 19.39) en donde hablan de un instrumento musical, el magadis o palaiomagadis, que produce al mismo tiempo notas altas y bajas.

***

A mí este adagio, así como el apólogo, que comenta Erasmo, me hacen también pensar en todas esas formas de justificar contradicciones del discurso humano (de ese soplo de la boca de una misma persona) por las que alguien que afirma solemnemente que no hará algo, o que no se asociará con alguien, e incluso (como oí hace tiempo a un prominente responsable actual de nuestros destinos patrios) que hacerlo sería una pesadilla difícil de sobrellevar y sería traicionar los propios principios de conducta, andando el tiempo hace lo que dijo que nunca haría o se asocia para conseguir sus propósitos con aquellos con los que dijo que nunca se asociaría.

Pero esta es otra historia que me encantaría comentar con el viejo Erasmo, si ello posible fuera… pues además de todo lo que expuso en «Stultitia laus», quizás hoy no tendría que ir muy lejos para reunir materia abundante de una obra titulada «Nequitia laus».

Hans Holbein, dibujo en tinta al margen del «Elogio de la locura»: «Stultitia loquitur»

Breverías erasmianas (LVI): «Exercitatio potest omnia» («La práctica todo lo puede»)

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Luna pugnaz, 8 de marzo, 22:14 horas. Foto R. Puig

Dedicado a mis amigos y compañeros peruanos

Hace hoy cinco días, cuando ya se habían apagado las voces de la manifestaciones del Día internacional de la mujer trabajadora, la luna llena seguía pugnando con las nubes para conseguir un espacio en el cielo donde espejarse con el sol.

Aquellas imágenes de los progresivos logros del esfuerzo de la luna por abrirse paso, me han animado a traer a colación otro de los comentarios de Erasmo de Rotterdam a un proverbio de la Antigüedad Clásica, que no está de más recordar. Digamos que este adagio tiene pertinencia, en particular cuando tengamos la tentación de la desesperanza, ya sea por que sintamos que se nos escapa de las manos el rumbo de nuestra vida, ya sea por los acontecimientos que contemplamos con impotencia en la colectividad, en la nación o por el más ancho mundo del que nos sentimos parte.

Me dirán que esta fórmula es demasiado optimista, ciertamente puede serlo para una persona aislada, sola, pero referida a muchos hombres y mujeres juntos, en sociedad y comunidad de esfuerzos, adquiere la sonoridad de un lema y de un grito que merece su pancarta. Es un llamado al esfuerzo, a no tirar la toalla, a hacernos capaces de cambiar las cosas por la práctica, por la insistencia.

Exercitatio potest omnia

La práctica todo lo puede

Adagio II, II, 53

Hay muchas otras formas proverbiales y refranes en diversas lenguas, y por supuesto en griego y latín. Pero es mejor que Erasmo nos las recuerde. Vayamos pues por partes con su comentario, al que añado la voluntariosa traducción que tengo por costumbre ejercitar para no olvidar esta nuestra lengua originaria. De esta manera, la versión en castellano que inicia este artículo se podría completar con otra menos literal y más interpretativa de lo que este proverbio desde hace siglos propone: «La constancia lo puede todo».

Algo así como lo que predican los versos de Virgilio que Erasmo presenta en primer lugar en la glosa de este adagio, o como esa cura, esa atención por la que traduce el griego Μελέτη que literalmente se suele traducir como estudio. Es pues la atención cuidadosa, la practica basada en el estudio serio lo que nos hace capaces de mucho más de lo que pensamos como posible, individual y colectivamente. Porque no sólo las personas individuales llegan a ser presas del desánimo, las comunidades y las naciones pueden también desesperar cuando son asediadas y sus principios puestos en cuestión.

Cuando se presentan esas graves crisis, a menudo aprovechadas por asaltantes de las democracias, me viene también a la memoria esa frase que abría el viejo Assimil francés de mi época estudiantil: «Avec de la patience on arrive à tout», que no deja de ser ambigua, pues la índole de ese «todo» dependerá de quienes sean los más pacientes. En todo caso, lo que enseña la experiencia es que todo lo bueno se construye y se mantiene con esfuerzo.

Pero ¡basta de glosas mías! ¡dejemos paso al texto erasmiano!

Μελέτη πάντα δύναται, id est Cura omnia potest. Laertius hanc sententiam Periandro tribuit, qui Isthmum etiam tentarit perfodere. Significat autem, nihil esse tam arduum, quod diligentia, curaque non efficiatur.

Vergilius in Georgicis :

       Labor omnia vincit

       Improbus et duris urguens in rebus egestas.

Exstat apud Graecos proverbialis sententia :

        Θεσὶ τἀγαθὰ τοἶς πόνοις πωλοῦνται,

id est

Dii bona laboribus vendunt.

Huc allusit Horatius :

          Perrupit Acheronta Herculeus labor.

Sophocles in Electra :

          Πόνου τοι χωρὶς οὐδὲν εὐτυχεἶ,

id est, Citra laborem nihil bene est.

***

El cuidado puede con todo. Laercio atribuye la sentencia a Periandro *, quien incluso intentó abrir el Istmo de parte a parte. Lo que por tanto significa que nada es tan arduo que con diligencia y dedicación no se consiga.

Virgilio dice en la Geórgicas:

           Conquista todo el trabajo

           ímprobo y apremiante en caso de necesidad.

Hay una sentencia proverbial entre los Griegos:

            Los dioses nos venden bienes por trabajos.

A lo que Horacio aludía así:

            Por su trabajo Hércules superó el Aqueronte.

Y Sófocles dice en «Electra»:

            Nada prospera sin trabajar.

Diógenes Laercio 1, 99; Virgilio, Geórgicas, 1, 145-6; Jenofonte, Memorabilia, 2.1.20; Stobaeus,3.1.205; Horacio, Odas, 1.3. 36; Sófocles, Electra 845.
Luna pugnaz, 8 de marzo, 22:16 horas. Foto R. Puig

Erasmo concluye su comentario acudiendo a una cita de Séneca:

Quamquam autem in praesentia non est neque propositi, neque operis hujus, quidquid ad hujusmodi sententias facit, in unum converrere, tamen haud gravabor, quandoquidem casus obtulit, adscribere verba Senecae ex libro De ira II :

‘Atque nihil est, inquit, tam difficile et arduum, quod non humana mens vincat et in familiaritatem perducat assidua meditatio. Nullique sunt tam feri suique juris affectus, ut non disciplina perdomentur. Quodcunque imperavit animus, obtinuit. Quidam numquam ridere consueti sunt. Vino quidam, alii Venere, quidam omni humore interdixere corporibus. Alius contentus brevi somno vigiliam indefatigabilem extendit. Didicerunt tenuissimis et adversis funibus currere et ingentia vixque humanis toleranda viribus onera portare et in immensam altitudinem mergi ac sine ulla respirandi vice perpeti maria. Mille sunt alia, in quibus pertinacia impedimentum omne transcendit ostenditque nihil esse difficile, cujus sibi ipsa mens patientiam indixerit’.

***  

Aunque no sea mi propósito actual, ni le convenga al trabajo que tengo entre manos, resumir todo lo relevante en este tipo de aforismos, no tengo reparo en reproducir aquí lo que Séneca dice en el libro segundo de su “De la ira”:

‘Y todavía nada es tan difícil o tan arduo que no pueda dominarlo el espíritu del hombre y reducirlo a costumbre por una asidua reflexión; ni hay pasión tan fiera y tan independiente, que la disciplina no la dome. Todo aquello que la mente ha exigido, lo ha conseguido. Hay quienes han logrado la costumbre de no sonreír. Hay quienes han prohibido a sus cuerpos el vino, otros el placer sexual y algunos cualquier líquido. Algunos se contentan con dormir lo mínimo y prolongan sus horas de vigilia. Algunos aprendieron a correr sobre finísimas cuerdas cuesta arriba, a llevar enormes cargas casi insoportables para la fuerza humana, a bucear en prodigiosas profundidades afrontando el mar sin instante de respiro. Hay miles de otras cosas en los que la pertinacia ha superado cualquier impedimento mostrando que nada es difícil para aquel a quien su propia mente enseñó paciencia’.  

Séneca, Diálogos 4 (De Ira 2), 12, 3-4

El texto del estoico romano pone como ejemplos la tenacidad para conseguir adiestrar al propio cuerpo, mientras que las citas anteriores de poetas y dramaturgos pueden aplicarse tanto a los trabajos individuales como a los colectivos, si bien es verdad que en este último caso la unificación de voluntades para trabajar en la misma dirección hace la tarea más ímproba y demanda inspiraciones compartidas y liderazgos bastante más complicados que aprender a bucear en las profundidades. Y los obstáculos a menudo vendrán de otras mentes y otras voluntades que nos harán el trabajo difícil. Parte del esfuerzo será un trabajo de razonamiento y convencimiento. No obstante, el adagio siempre podrá ser una concisa consigna para que no desesperemos y pongamos manos a la obra en el esfuerzo colectivo por conseguir lo mejor para todos.

Como esa luna llena del otro día que finalmente logró abrir paso a la luz a través, no del curso del infernal Aqueronte del que escribe Horacio, sino de las nubes que se cernían sobre la costa mediterránea.

Luna pugnaz, 8 de marzo, 22:18 horas. Foto R. Puig

Notas:

(*) Periandro es un personaje semi-mítico que forma parte de la tradicional lista de los Siete Sabios de Grecia (Tales de Mileto, Solón de Atenas, Bías de Priene, Pítaco de Mitilene, Cleobulo de Lindos, Quilón de Esparta y Periandro de Corinto).

El texto latino y griego de Erasmo procede de Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010 pp. 963-964.

La traducción es mía.

Viejas novedades

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El castillo morisco de Benirrama, Vall de Gallinera (Alicante). Foto R. Puig

La liberté consiste d’abord à ne pas mentir. Là où le mensonge prolifère, la tyrannie s’annonce ou se perpétue.
La libertad consiste de entrada en no mentir. Allí donde la mentira prolifera, la tiranía se anuncia o se perpetúa.

(Albert Camus. «Servitudes de la haine», entrevista publicada en le Progrès de Lyon, Noël 1951)

Piedras milenarias

En estos días he vuelto a ascender hacia las ruinas del castell de Benirrama, que lleva siglos encaramado a la entrada de la Vall de Gallinera en la provincia de Alicante. Una de las torres todavía mantiene su forma y se destaca sobre un cielo azul, muy frecuentado por el vuelo de los aviones de pasajeros.

Desde este castillo, es de suponer que un destacamento vigilante avizoraba la entrada del valle por donde discurre el río Girona. Aquellos pobladores moriscos cultivaron los andenes de los valles de la Marina Alta hasta que fueron expulsados a finales del año 1609 y principios de 1610 del Reino de Valencia, donde se ha estimado que constituían el 33 % de la población.

Muchas de esas andenerías se cultivan todavía con cerezos y sobre todo olivos, incluso se ha descubierto que los iberos, que poblaron estas costas mucho antes de los romanos, de los reinos visigodos y de la llegada de los árabes, ya crearon andenes para retener la erosión y cuidar la necesaria humedad proveniente de las lluvias. Hay otras que hoy subsisten, aunque sin ser usadas para la agricultura,

Andenerías en barbecho. Foto R. Puig

El caso es que, caminando por estos valles de la Marina Alta, encuentras los restos de antiguos poblamientos en los que los descendientes de los pueblos árabes y norteafricanos que se instalaron en la península desde el siglo VIII, los llamados moriscos, eran quienes trabajaban estas laderas. Al pasar junto a los muros de sus habitaciones tratas de imaginar su vida en estas montañas, donde el agua se obtenía de fuentes que brotaban entre sus roquedales y de los aljibes en los que se almacenaba la de lluvia.

Ruinas del poblado morisco de Benimarsoc. Foto R.Puig

En este mismo castillo de Benirrama subsiste un aljibe abovedado de enorme capacidad que los vecinos del pueblo todavía recogían a principios del siglo XX y traían al pueblo a lomo de mulas. El intruso que salte la efímera valla, que se supone evita el acceso a estas altivas ruinas (hoy en terreno privado), debe andar con cuidado para no caer en el boquete que hay en la cubierta del profundo aljibe de casi tres metros de profundidad, del que no podría salir por sus propios medios. Aún se pueden apreciar los canalillos tallados en las rocas del promontorio para conducir el agua de lluvia al aljibe. Cabe imaginar que para excavar el gran repositorio en este promontorio de roca los ancestros moriscos de la comarca tuvieron que trabajar muy duramente.

La boca del aljibe del Castell de Benirrama. Fuente «Rutas Jaime I»

…y no tan viejas novedades

Los contextos cambian, por lo que parece osado trazar paralelos entre aquellos exilios masivos del siglo XVII y las acciones de los poderes políticos del siglo XX. No obstante, parafraseando a Albert Camus, sigue siendo cierto que la verdad es la condición para la libertad del hombre. La lucha por la verdad, que ha fecundado muchas rebeldías de los seres humanos, es por eso invocada y manipulada por ideologías, que mienten proclamándose liberadoras para acabar cimentando regímenes totalitarios.

al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar (Antonio Machado).Foto R.Puig

No sé muy bien por qué, pero subiendo el sendero que asciende desde el pueblo de Benirrama hasta el promontorio donde algunos moriscos resistieron hasta el final a su expulsión, pensaba en la obra de Albert Camus, a la que estoy volviendo en estos días, a sus consideraciones sobre la rebeldía del ser humano y a su desmitificación de episodios revolucionarios del siglo XX de los que, tergiversando la verdad, algunas ideologías explicaban e incluso justificaban las atrocidades.

L’homme révolté se publica en 1951 obteniendo críticas muy encendidas, en buena parte porque una serie de intelectuales (e.g.: Jean -Paul Sartre), fervorosos amigos del marxismo-comunismo, determinaban qué revoluciones iban en el sentido de la Historia y cuales no, desviando la mirada de las derivas revolucionarias que habían conducido al crimen de Estado y al universo concentracionario de la URSS y sus satélites. La obra de Camus ponía en evidencia a esa doble vara de medir (*).

En una carta titulada «Rebeldía y servidumbre» (Revolte et servitude) enviada a Les Temps Modernes (la revista que dirigía Jean-Paul Sartre) responde Camus a uno de los que le habían atacado en sus páginas, en concreto el activista y filósofo Francis Jeanson.

De la carta extraigo dos pasajes:

Partant ainsi d’une hypothèse entièrement fausse, mais commode, sur le contexte d’une Oeuvre, votre collaborateur passe enfin à L’Homme révolté. Il serait plus juste de dire qu’il le fait passer à lui. Il s’est en effet énergiquement refusé à discuter les thèses centrales qu’on peut trouver dans l’ouvrage : la définition d’une limite mise au jour par le mouvement même de la révolte, la critique du nihilisme posthégélien et de la prophétie marxiste, l’analyse des contradictions dialectiques devant la fin de l’histoire, la critique de la notion de culpabilité objective, etc. En revanche, il a discuté à fond une thèse qui ne s’y trouvait pas.

Partiendo de una hipótesis totalmente falsa, pero cómoda, sobre el contexto de una Obra, su colaborador finalmente se ocupa de L’Homme révolté (*). Sería más exacto decir que la ocupa. De hecho, se ha negado enérgicamente a discutir las tesis centrales que se pueden encontrar en la obra: la definición de un límite sobre el que arroja luz el movimiento mismo de la revuelta, la crítica del nihilismo posthegeliano y la profecía marxista, el análisis de las contradicciones dialécticas ante el fin de la historia, la crítica de la noción de culpabilidad objetiva, etc. En revancha ha discutido a fondo una tesis que no estaba ahí.

***

Car nous ne dépasserons rien, en nous et dans notre temps, si nous supportons, si peu que ce soit, d’oublier nos contradictions, d’utiliser dans les combats de l’intelligence des arguments et une méthode dont nous n’acceptons pas d’autre part les justifications philosophiques, si nous consentons à libérer théoriquement l’individu tout en admettant pratiquement que l’homme puisse être dans certaines conditions asservi, si nous souffrons de railler tout ce qui fait la fécondité et l’avenir de la révolte au nom de tout ce qui, en elle, aspire à la soumission, si enfin nous croyons pouvoir refuser tout choix politique sans cesser de justifier que, parmi les victimes, certaines soient citées à l’ordre de l’histoire et d’autres exilées dans un oubli sans âge.

Porque en nada conseguiremos superarnos, ni nosotros ni nuestra época, si soportamos, por poco que sea, olvidar nuestras contradicciones, usar para los combates de la inteligencia los argumentos y un método, del que por otro lado se aceptan las justificaciones filosóficas, que teóricamente pretende liberar al individuo, mientras admitimos en la práctica que bajo ciertas condiciones el hombre pueda ser sometido a servidumbre, si toleramos que se desprecie todo lo que otorga fecundidad y futuro a la rebeldía en nombre de todo lo que en ella aspira a la sumisión, si en definitiva creemos poder desdeñar cualquier opción política, sin dejar de justificar que, de las víctimas, unas sean mencionadas en la asamblea de la historia y otras sean desterradas al olvido eterno.

Albert Camus, «Revolte et servitude», Actuelles II, Lettres sur la revolte, Les temps Modernes, 30 juin 1952.
(Essais, Bibliothèque de la Pléiade, vol. 183, páginas 759 y 773)
La traducción al castellano es mía.
Albert Camus et Jean-Paul Sartre. © Collection Catherine et Jean Camus et Jacques Robert © Gallimard

Notas:

(*) Hasta el punto de que como en otros países no comunistas, también en Francia el «premio Lenin» y el «premio Stalin gozaron de honorabilidad.

«Querela pacis undique gentium eiectae profligataeque»(«Queja de la paz de que por todas partes se expulse y destruya a los pueblos»). Breverías erasmianas (LVII).

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Erasmo en la «vidriera de los reformadores» (detalle). Trinity College. Cambridge

dedicado a Antonio Serrano Cueto

El título de la obra que Erasmo publica en 1517 bajo el título de Querela pacis (Queja de la paz) en sus ediciones del siglo XVI continúa con lo siguiente: undique gentium eiectae profligataeque; que podemos traducir «de que por todas partes se expulse y destruya a los pueblos». Es un poderoso alegato que el gran humanista, de forma alegórica, pone en boca de la Paz en persona.

Bajo el título de queja o lamento redacta un formidable elenco de duras quejas contra los causantes de las guerras y contra sus excusas, describiendo exhaustivamente los males que aquellos enfrentamientos armados causaban a las gentes de la Europa de su tiempo. Como un fiscal ante el tribunal de la Historia desgrana su acusación para que los lectores juzguen a los causantes de las guerras de su tiempo.

Su requisitoria sigue hoy vigente.

Portada de la edición de Leyden en 1529. Fondo antiguo Universidad de Salamanca.

Su obra fue muy censurada. En una edición procedente de las estanterías de la Universidad de Salamanca, con firma y fecha del censor, aparecen las tachaduras del doctor Pedro López de Montoya, ilustre teólogo y pedagogo, pero también partidario de la censura del Santo Oficio contra todos aquellos que denunciasen a papas, cardenales obispos y sacerdotes como cómplices de las guerras del siglo XVI que sembraban de muertos Europa, en especial por sus responsabilidades en las guerras de religión entre cristianos. El papel que los censores del Santo Oficio asumían entonces con ahínco lo representan hoy en las redes de Internet los apologetas de la brutal agresión del régimen ruso contra el pueblo de Ucrania.

Este libro fue expurgado por el Doctor Pº López de Montoya, en Madrid a 28 de octubre de 1599

La fecha de esta censura confirma que el fallecimiento de Pedro López de Montoya tuvo que ser no sólo (como aparece en la wikipedia) después de 1596, sino que tuvo que suceder más allá del 27 de octubre de 1599. En cuanto a su labor para el Santo Oficio en el artículo a él dedicado se dice que:

Al menos en 1576 consta que trabajaba en la confección de un Índice de libros prohibidos, mérito que alega para pedir en 1596 y obtener una plaza de censor general de libros del tribunal de la Inquisición, aprobando por ejemplo un par de obras del jesuita manchego Pedro de RibadeneyraGregorio XIII lo nombró canónigo de la Colegiata de Jerez de la Frontera, pero no consta que tomara posesión de esa prebenda. Se ignora la fecha de su muerte.

Fuente: Wikipedia
Una de las páginas censuradas de la edición de 1529 del fondo antiguo Universidad de Salamanca.

Pero, no divaguemos más sobre ello, pues el propósito de la entrada de hoy es constatar que lo que Erasmo denuncia en su época se repite por desgracia en la Europa de ahora mismo en la guerra agresora de Rusia contra Ucrania.

Pax loquitur (habla la Paz):

Et quod est omnium sceleratissimum, sunt qui tyrannica arte, quod populi concordia potestatem suam labefactari sentiant, dissidio stabiliri, subornent qui data opera bellum excitent, quo simul et coniunctos dirimant, et infelicem populum licentius expilent: id procurant scelestissimi quidam, qui populi malis aluntur, et quibus pacis tempore non multum est quod agant in Republica. (Querela pacis, IX-X).

.

Y lo que resulta más criminal de todo: hay quienes con ardides tiránicos, al advertir que la concordia del pueblo amenaza a su poderío y que con la disensión se fortalece, sobornan a terceros para que aguijoneen con ahínco hacia la guerra y, al mismo tiempo que separan a los hombre unidos, despojan con mayor licencia al pueblo infeliz. Son algunos muy criminales que se alimentan de los males del pueblo y, en tiempos de paz, poca tarea tienen en la república.

Versión castellana de la «Querela pacis» por Antonio Serrano Cueto en :»Erasmo», selección de textos de Erasmo, Editorial Gredos, Biblioteca de Grandes Pensadores, Madrid 2011, con estudio introductorio de Jordi Bayod y Joaquim Parrellada (y varios traductores). El texto latino procede de The Latin Library (*)

No es difícil ver como lo que denunciaba Erasmo entonces, en las guerras generadas por los príncipes de la Europa del siglo XVI, lo repite el fanático gobernante responsable de la agresión, destrucción y matanzas de la «operación especial» contra Ucrania, que en vez de atender a los problemas y males de Rusia, pretende fortalecer su tiranía interior derivando la atención de los ciudadanos rusos de sus graves problemas internos con una guerra de ocupación más allá de sus fronteras. Ese suele ser el método de los absolutismos, de las dictaduras, además de una censura férrea de la información sobre sus guerras, para justificarse y mantener el control de sus pueblos.

Como muestra, dos extractos más de la queja de la Paz remachan la acusación:

Quin ubi nihil subest causae, ipsi dissidiorum causas sibi fingunt, regionum vocabulis ad odiorum alimoniam abutentes: et hunc stultae plebis errorem alunt Magnates, et in suum abutuntur compendium, alunt Sacerdotes quidam. Anglus hostis est Gallo, nec ob aliud, nisi quod Gallus est. Scoto Britannus infensus est, nec aliam ob rem, nisi quod Scotus est. Germanus cum Franco dissidet, Hispanus cum utroque. (Querela pacis, XXII).

.

Es más, cuando no hay ninguna razón, ellos mismos inventan las razones de la discordia, abusando de los nombres de los países como pábulo de los odios, y los poderosos alimentan este error de la plebe ignorante y abusan de él en beneficio propio; también lo alimentan algunos sacerdotes. El inglés es enemigo del francés, no por otro motivo que por ser francés. El británico es hostil al escocés, no por otra razón que por ser escocés. El germano disiente del franco; el español de uno y otro.

Ibidem.

¿Les suena lo de la invención de las razones para iniciar una guerra, de cómo los conceptos de territorios propios y denominaciones de las naciones, según etnias que se sacralizan, son usados para agredir, incluso secuestrar a niños, en función del delirio y los odios acumulados por el matón de turno?

Es además una inquietante coincidencia secular el que el supremo sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Rusa, como entonces los papas, obispos y predicadores de la Cristiandad europea del siglo XVI, bendiga la guerra de invasión de Ucrania como un deber sagrado de los cristianos rusos, tratados como aquella «plebe ignorante» de la que guías perversos «abusan en beneficio propio».

Concluyamos con el tercer extracto:

…si quando conspexisti ruinas urbium, dirutos vicos, exusta fana, desolatos agros, et id spectaculum miserandum, ut est, visum est, cogita hunc esse belli fructum. Si grave iudicas sceleratam conductitiorum militum colluviem in tuam regionem inducere, hos civium tuorum malo alere, his inservire, his blandiri, immo horum arbitrio te ipsum ac tuam incolumitatem committere: fac cogites hanc esse belli conditionem. (Querela pacis, XXIII – XXIV).

.

…si alguna vez has visto ciudades ruinosas, barrios destruidos, templos quemados, y campos desolados y este espectáculo te pareció, como es, digno de lástima, piensa que este es el fruto de la guerra. Si estimas de gravedad llevar a tu región un criminal aluvión de soldados mercenarios, que se alimentan del mal de tus ciudadanos, servirles y adularlos; es más confiar a su albedrío tu persona y seguridad, piensa que ésta es la condición de la guerra.

Ibidem
Grupo Wagner. Fuente Telegram

Ayer como hoy, esta guerra de exterminio, emprendida contra un pueblo, de tradición multicultural y repetidamente mártir; esta vuelta a las deportaciones de la época soviética, a la violación de los derechos humanos, a todos los crímenes de guerra y de lesa humanidad, contra civiles indefensos en sus casas, en hospitales, en escuelas, en el robo y en la destrucción sistemática de sus recursos vitales; este odio y fomento de la amenaza de las armas nucleares; este recurso a delincuentes y mercenarios inmisericordes y al uso de soldados de todas las edades, en especial a los jóvenes que son el futuro de Rusia como carne de cañón para satisfacer el odio insensato del tirano; esto nos retrotrae a la más crueles guerras de la historia en las que no se respetan las más elementales reglas de la Convención de Ginebra.

Recientemente el profesor de Ciencias Políticas Fréderic Gros en un ensayo titulado Pourquoi la guerre? (Ed. Albin Michel 2023) en que presenta su análisis de la moral, la política y el lenguaje de la guerra, intentando responder a preguntas como ¿para qué sirve la guerra? ¿a quién sirve?, cita una reflexión de Enmanuel Kant que por desgracia ilustra lo que hoy se ha perdido en esta agresión contra todos los principios sobre la paz:

Hace falta que al menos quede en la guerra alguna suerte de confianza en los principios del enemigo, en caso contrario jamás se podrá concluir la paz

Por otro lado el filósofo Roberto R. Aramayo ha publicado hace poco, en el boletín The conversation del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) del que es profesor, un artículo titulado ¿Qué podría decirle Kant a Putin sobre la invasión de Ucrania? cuya lectura encarezco y que termina con la siguiente cita del filósofo:

Si para decidir si debe o no haber guerra, se precisa el consentimiento de la ciudadanía como no puede ser de otro modo en una constitución republicana, nada resulta más natural que se pondere mucho el inicio de un juego tan funesto, dado que son los ciudadanos quienes acaban asumiendo todas las penalidades de la guerra. Pero la guerra es lo más fácil del mundo si un jefe de Estado ejerce como su propietario y no le hace perder ni un ápice de sus cacerías, palacios de recreo u otras cosas por el estilo, pudiendo declararla por motivos insignificantes, como si fuera una especie de juego.

Enmanuel Kant, Hacia la paz perpetua.

NOTAS:

(*) The Latin Library es un sitio web que recopila textos de dominio público latino dirigida por el profesor de Latín y Derecho Romano William L. Carey de la Universidad George Mason en Fairfax, Virginia, USA.

Los textos han sido extraídos de diversas fuentes. Muchos fueron escaneados con formato original y de los textos en el dominio público. Otros han sido descargados de sitios diferentes en Internet (muchas de las cuales han desaparecido hace mucho tiempo). La mayoría de los textos recientes han sido presentados por los contribuyentes de todo el mundo. Los textos no están destinados para fines de investigación, ni como sustitutos de ediciones críticas. No hay traducciones en el sitio.

Nimiedades (XXI) de estos meses

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Así es (si así os parece): Così è (se vi pare), Luigi Pirandello (1917). Foto R. Puig

Luigi Pirandello (1867-1936), dramaturgo y «novelista filósofo», en su novela «Uno, nessuno e centomila» (1925) (*) dice por boca de su personaje Vitangelo Moscarda -un antihéroe filósofo cuyo nombre es un oxímoron (ángel de la vida <> moscardón)- que la realidad en la que nos vemos no es la realidad en la que los demás nos ven. Por eso nunca podremos situar al otro en la realidad en la que el otro se ve a sí mismo, y viceversa.

En una entrevista para la revista L’Epoca (5 de julio de 1922), hablando de este libro que tenía entonces en preparación, dice :

Espero que en él aparecerá, más claro de lo aparecido hasta ahora, el lado positivo de mi pensamiento. Lo que de hecho predomina a los ojos de todos es sólo el lado negativo: aparezco como un diablo destructor que quita la tierra debajo de los pies de la gente. Sin embargo, cuando retiro la tierra de debajo de los pies ¿no aconsejo acaso dónde hay que ponerlos?

Pirandello reconocía ser un destructor, sí, pero un destructor de ilusiones, de esas que nacen de confundir el ser con el aparecer. Su relativismo psicológico y cognoscitivo se refleja tanto en sus novelas como en su obra teatral, en especial en Seis personajes en busca de un autor (1920), probablemente la más conocida y analizada de todas.

Ahora estoy inmerso en la lectura laboriosa de Uno, nessuno e centomila del genial siciliano. He aquí un momento en el que en diálogo con su autor, el protagonista de la novela nos da una idea de cuán paradójica es la percepción de la realidad para ese personaje, por boca del cual se expresa el escritor.

La realtà che ho io per voi è nella forma che voi mi date; ma è realtà per voi e non per me; la realtà che voi avete per me è nella forma che io vi do; ma è realtá per me e non per voi; e per me stesso io non ho altra realtà se non nella forma che riesco a darmi.

La realidad que tengo para usted es en la forma que usted me da; pero es realidad para usted y no para mí; la realidad que usted tiene para mí es en la forma que yo le doy; pero es realidad para mí y no para usted; y para mí mismo yo no tengo otra realidad que en la forma que consigo darme.

Uno, nessuno e centomila, Libro II, XII, I romanzi de Luigi Pirandello, Garzanti Editore, Col. Grandi Libri, Milano 1993

De modo más simple lo expresaba ya Ramón de Campoamor (1817-1901) :

Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira:
todo es según el color
del cristal con que se mira.

Ramón de Campoamor, poema LIX, Doloras, 1846,

***

Sea como sea, traigo hoy a esta página algunas fotos de nimiedades, de esas que siendo generan ilusiones, pues, si hacemos caso al enfoque pirandelliano, el mundo en que vivimos es un lugar de prestidigitaciones donde vagamos entre millones de apariencias, tantas al menos como millones de seres humanos ponemos los pies sobre el planeta. Lo que ante ti se aparece no es nunca lo que ante mí aparece, por mucho que lo veamos al mismo tiempo y desde el mismo ángulo. Ese aparecer participa del ser de modo diferente según quien lo percibe.

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De aves

¿Qué puedo hacer con esto? Foto R. Puig
Ya no me haré preguntas. Foto R. Puig
Todo tiempo pasado fue mejor. Foto R. Puig

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Alimentaria

Taronges nostres. Foto R.Puig
De Módena. Foto R. Puig

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Infancia

Mirando los pececitos. Foto R. Puig
Futbolín. Foto R. Puig

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Reino vegetal

Primavera en mi patio. Foto R. Puig
Lo que dejó el incendio. Foto R. Puig

El incendio quemó innumerables árboles el año pasado en la Val de Ebo (Alicante). Sean las flores invernales de la Eranthis hiemalis un augurio de renacimiento.

Notas:

(*) Estoy traduciendo de la edición italiana de I romanzi de Luigi Pirandello, con introducción de Nino Borsellino, Garzanti Editore, Col. Grandi Libri, Milano 1993, en la edición digital de junio 2017. El texto de Epoca que cito aparece en el prefacio de Pietro Milone a esta novela. El libro fue publicado originalmente en 1925.

Con el título Uno, ninguno y cien mil hay una edición en castellano de la editorial chilena LOM Ediciones (2014), en traducción de Jorge Aulicino. Hay versión digital para kindle en Amazon.

Breverías erasmianas (L): ‘prevaricatio’, ‘adulterare’, ‘improbitas’, ‘protervia’, ‘corruptio’.

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Dedicado a Miguel Giusti Hundskopf, filósofo peruano y amigo

Son cinco los perros salvajes de la escultura de Dan Dailey que se expone en estos días en el Museo Nacional de Estocolmo (Beauty and the Unexpected, Modern and Contemporary American Crafts). Pero podrían ser más, si a estos «perros» los viésemos como alegoría de aquellos vicios que, cuando anidan en funcionarios o gobernantes, perjudican a quienes ellos están llamados a servir y llevan las naciones a la división y a la decadencia.

En algunos de los 4.151 adagios de sabiduría antigua que Erasmo recopiló y comentó se habla entre otros de cinco de esos hábitos nefastos (prevaricación, falsedad, improbidad, protervia, corrupción) contrarios a las virtudes que quien tiene responsabilidad de gobierno debería poseer en grado superior a la media de sus gobernados.

I

Prevaricatio

Empecemos con un extracto del comentario de Erasmo sobre la etimología del verbo prevaricar, al que corresponden los substantivos prevaricador o prevaricación, que en su origen latino significa arar un surco torcido y según el Diccionario de la RAE consiste «en que una autoridad, un juez o un funcionario dicte a sabiendas una resolución injusta».

Escribe Erasmo citando textos de Plinio y Virgilio:

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Arator nisi incurvus praevaricatur

El labrador que no se inclina prevarica

Adagio IV, v, 85

Proverbii speciem habet quod refert Plinius lib. XVIII capite XIX : Arator nisi incurvus praevaricatur.. Praecipit ut arator arvum primum rectis sulcis proscindat, mox et obliquis subigat : id fieri vix potest, nisi toto corpore incumbat labori, unde et Virgilio dictus est curvus arator. Caeterum praevaricari est a recto sulco divertere. Unde et in causis praevaricari dicuntur qui causam diversam adjuvant. Videlicet hoc est, quod ait Plinius : Inde translatum hoc crimen in forum.

La imagen del proverbio la aporta Plinio (libro XVIII, capítulo XIX): el labrador si no se inclina prevarica. Es necesario que el labrador primero are el campo con surcos rectos y luego los complete con surcos oblicuos, y difícilmente puede lograrlo a menos que ponga toda su fuerza en la labor, de ahí que Virgilio al labrador lo llame ‘encorvado’ y que ‘prevaricar’ signifique desviarse del surco correcto, de modo que en las causas se dice que prevarican quienes sirven a una causa diferente. Es eso lo que significa en la vida pública esta metáfora de Plinio.

Plinio, Historia Natural, 18, 179. Virgilio, Bucólicas, 3, 42. Texto latino: Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, p.2229 (traducción propia).

II

Adulterare

En el siguiente adagio Erasmo cita al Etymologicum magnum, a Esopo, a Platón y Aristófanes entre otros refiriéndose a la insinceridad, a la corrupción y a la adulteración o falsedad. Y si citamos a la RAE, su diccionario del español define la corrupción del siguiente modo:

«En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización indebida o ilícita de las funciones de aquellas en provecho de sus gestores». Y la acción de adulterar como: «Falsear, alterar la naturaleza de algo. Una ideología adulterada«.

A continuación nuestro extracto del adagio erasmiano:

Κίβδηλος, id est adulterinus

Falsificación, es decir adulterado

Adagio III, iv, 5.

Quod simplex non est neque sincerum, id vulgato verbo Graeci κίβδηλον vocant, hinc ducto vocabulo, quod aliud prae se ferant, aliud tegant, παρὰ τὸ 10 κεύθειν τὸ δᾛλον

(…)

Sed proprie nummum subaeratum κίβδηλον appellant et κιβδηλίαν insynceritatem seu corruptelam

(…)

Conveniet igitur in amicitiam insynceram et fictam, aut in hominem blando vultu, sed anima virulento, aut in eum, qui sanctimoniam habitu prae se ferat, cum vita sit impia,

(…)

aut in orationem insynceram, ut Plato libro De legibus quinto : Σὰς δὲ αὖ τιμὰς δεἶ σκοπεἶν, καὶ τούτων τίνες ἀληθεἶς καὶ ὅσαι κίβδηλοι, id est Rursum honores oportet considerare, quinam ex his veri sint, qui adulterini. Rursum eodem in libro : Ὅπως μήτε αὐτὸς κίβδηλός ποτε φανεἶται ὁτᾩοῦν, ἁπλοῦς δὲ καὶ ἀληθὴς ἀεί, id est Ut neque ipse adulterinus aliquando cuiquam appareat, sed simplex et verax semper.

Hoc igitur a nummis traductum, si ad diversas res traducatur, proverbiale fiet.

.,,

Lo que no es puro ni sincero los griegos lo denominan con el término muy usado de falso (κίβδηλον), una palabra que se refiere al hecho de que la gente puede hacer abiertamente una cosa para esconder otra, παρὰ τὸ κεύθειν τὸ δᾛλον: ‘tapar algo que es manifiesto’

(…)

Pero el significado original de κίβδηλον es ‘moneda que encierra cobre’ (κιβδηλίαν) o sea la ‘insinceridad’ o a la ‘corrupción’

(…)

Es pertinente para designar la amistad insincera y fingida, o al hombre de rostro lisonjero pero alma venenosa, o al que se viste de santo pero lleva una vida impía

(…)

o al discurso insincero, como en el libro quinto de «Las Leyes» de Platón: Ὅπως μήτε αὐτὸς κίβδηλός ποτε φανεἶται ὁτᾩοῦν, ἁπλοῦς δὲ καὶ ἀληθὴς ἀεί, es decir ‘Hemos de verificar de nuevo sus títulos, cuál de ellos es verdadero y cuál es falso’. Y de nuevo en ese libro: Ὅπως μήτε αὐτὸς κίβδηλός ποτε φανεἶται ὁτᾩοῦν, ἁπλοῦς δὲ καὶ ἀληθὴς ἀεί», es decir ‘de modo que nadie pueda considerarle adulterado, sino siempre claro y verdadero’.

Así pues, este término que se aplica a las monedas, al volverse proverbio se refiere a cuestiones diferentes.

Platón, Las Leyes, 5728D y 5738. Texto latino: Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, p. 1660, (traducción propia).

Estas glosas de Erasmo me hacen pensar en un dicho popular que se usa popularmente para reprender la doblez, la mentira y la corrupción: eres como la falsa moneda.

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III

Improbitas

El Diccionario de la RAE define la improbidad como la falta de probidad que a su vez significa honradez que a su vez es la rectitud de ánimo y la integridad en el obrar, por lo que concluiríamos diciendo que la improbidad es la ausencia de estos dos atributos de la conducta moral. Es decir que la improbidad se puede entender como equivalente a lo que más vulgarmente se llama inmoralidad.

El texto siguiente de Erasmo parte de un proverbio griego de las Moralia de Plutarco en que se aborda la cuestión de lo fácil que es justificar la propia improbidad y lo trabajoso que puede ser mantenerse probo, es decir honrado,

Compendiaria res improbitas

La inmoralidad ataja

Adagio III ii 97

Σύντομος ἡ πονηρία, βραδεἶα ἡ ἀρετή, id est Compendiaria res improbitas, virtus longa. Qui semel addixit animum vitiis, is quidvis flagitii facile patrabit. At singulae virtutes magno sudore parandae. Fitque nescio qua naturae corruptione ut, quae turpia sunt, vel αὐτοδίδακτοι protinus arripiamus, quae honesta, vix laboribus diutinis inculcentur. Plutarchus in Apophthegmatis tribuit hoc dictum Cleomeni. Cum praedo quispiam in agrum Lacedaemoniorum fecisset incursionem atque, ubi captus esset, dixisset ideo haec se fecisse, quod non esset quo aleret militem, proinde ad eos vertisse sese, quibus superesset nec impartirentur, Cleomenes : Σύντομος, ἔφη, ἡ πονηρία.

‘La inmoralidad ataja, la virtud es lenta’. A quien, de una vez por todas, el vicio guía su mente le será fácil cometer cualquier delito, mientras que adquirir la virtud exige gran esfuerzo. No sé en realidad a qué corrupción natural se debe que el autoaprendizaje de la indecencia se logre en seguida, mientras las cosas honestas se inculcan con dificultad y continuo esfuerzo. Plutarco en sus Apotegmas atribuye el presente dicho a Cleómenes, un jefe de una banda de ladrones que incursionó en territorio de Esparta y que al ser capturado dijo que lo había hecho porque no tenía alimentos para sus soldados y que, por eso, se había vuelto contra quienes no compartían lo que les sobraba, pues según Cleómenes, ‘La astucia ha de tomar atajos’.

Plutarco, Moralia 223D. Texto latino: Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, p.1591, (traducción propia).

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IV

Protervia

En la actualidad, en castellano, como lo define el Diccionario de la RAE, el término protervia significa perversidad, obstinación en la maldad. A principios del siglo XVI, a partir de su enorme erudición y de su consulta de manuscritos e incunables (especialmente en su estancia en Venecia) Erasmo de Rotterdam presentaba hasta 5 fuentes interpretativas de los varios sentidos que en la Antigüedad grecolatina tenía el adagio «Proterviam fecit» como expresa en esta glosa en su Adagiorum Collectanea. De este modo este adagio podría traducirsecomo «Hizo ostentación», «Se mostró insolente», «Despilfarró todo», «Fue dispendioso», etc.

De Macrobio extrae la interpretación de que la palabra viene de «propter viam», aludiendo a los sacrificios ofrecidos a Hércules para propiciar una buena jornada de viaje. Es muy interesante también el texto de Athenaeus (6, 227e) en que la protervia latina conecta con la explicación en versos griegos de como las autoridades de Corinto castigaban a los despilfarradores de lo ajeno.

La norma de Moisés, que dice «ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego» (Exodo, 12, 10), le ofrece a Erasmo una acepción bíblica de protervia en el sentido de que la consumación sacrificial por el fuego del cordero pascual no debe dejar restos. En sentido parecido la edición de Toronto University Press de los «Collected Works of Erasmus» (vol 32, pag. 204) ha traducido al inglés este adagio como He has made a clean sweep, algo así como «Ha barrido con todo».

Por mi parte me inclino con la opción del sentido antiguo de protervia como despilfarro lo que en cierto modo puede acompañarse en bastantes casos con una actitud perversa de obstinación en el dispendio, que nos devuelve al sentido del término en castellano de hoy, sobre todo si se despilfarran los dineros de todos, algo que los corintios castigaban duramente.

Pero vengamos al texto de Erasmo:

Proterviam fecit

Despilfarró todo

Adagio I, ix, 44

Erat hoc religiosum in nonnulis etiam aliis hostiis, ne quid ex sacris epulis relinqueretur, aut si quid reliquum esset, id igni absumeretur, quemadmodum Moyses tradit de agno paschali. Porro id genus sacrificii Romani proterviam appellant. Unde celebratur illud Catonis festiviter dictum in Albidium quendam, qui patrimonium universum luxu absumpserat unis exceptis aedibus, quae incendio conflagrarunt. Proterviam, inquit, fecit, propterea quod ea, quae comesse non potuerit, quasi combussisset. Auctor Macrobius libro Saturnalium secundo. Ad hoc facit quod apud Athenaeum libro VIII, Theocritus Chius Diocli gurgiti, qui devorato pisce calido dixit se coelum exusisse, Unum, inquit, illud tibi superest, ut mare ebibas, atque ita tres res omnium maximas confeceris : terram, mare, coelum.

At quoties sumptus superat quaestum nec morbus decedit jam in naturam versus, quid superest, nisi ut ad malas artes vertant sese, quo luxui semper gliscenti suppeditet pecunia ?

Atque haec est una non minima pestis Germaniae nostrae, praecipve apud eos, qui nobilitatis titulo gloriantur – quanquam sunt in his, qui nobilitatem fingunt, ut haec faciant impunitius, qui subornant, a quibus vocentur Jonckeri – jactant arces paternas, addunt plumam galero, pingunt clypeum, in quo dextra librans macheram dissecet elephantem. Suscribunt epistolis suis tres litteras : Equ. Si quis sit natus viculo quopiam, puta Ornithoplutus dicto Isocomo, non se scribit Isocomensem, nam id plebeium est, sed Ornithoplutus ab Isocomo. Atque tum sibi jus esse putant indicere bellum, cui visum est. Si legum severitas coerceret talium juvenum intemperantiam, non essent tam multi, quibus supplicia vel infligere cogerentur, vel condonare. Per aleam enim, chartas, scorta, compotationes et otium venitur ad aes alienum, mox ad rapinas et sycophantias. Curritur in militiam, redeunt cum praeda non ab hostibus parta. His rudimentis exercitati nullum horrent facinus. Apud veteres erant leges sumptuariae atque adeo Corinthi, quae civitas erat caeteris corruptior, tamen lex erat opposita sumptuosius quam pro rei familiaris modo viventibus. Eam apud Athenaeum libro sexto Diphilus refert hisce versibus :

Σοιοῦτο νόμιμον ἐστί, βέλτιστ’, ἐνθάδε

Κορινθίοις, ἵν’ ἄν τιν’ ὀψωνοῦντ’ αεὶ

Λαμπρὦς ὁρὦμεν, τοῦτον ἀνακρίνειν πόθεν

Ζᾜ καὶ τί ποιὦν· κἅν μὲν οὐσίαν ἔχᾙ,

Ἧς αἱ πρόσοδοι λύουσι τἀναλώματα,

Ἐὰν ἀπολαύειν τοῦτον ἤδη τοῦ βίου.

Ἐὰν δ´ ὑπὲρ τὴν οὐσίαν δαπανὦν τύχᾙ,

Ἀπεἶπον αὐτᾫ τοῦτο μὴ ποιεἶν ἔτι.

Ὃς δ’ ἅν δὲ μὴ πείθητ´, ἐπέβαλον ζημίαν.

Ἐὰν δὲ μηδ´ ὁτιοῦν ἔχων ζᾜ πολυτελὦς,

Σᾫ δημίᾩ παρέδωκαν αὐτόν. Ἡράκλεις,

Οὐκ ἐνδέχεται γὰρ ζᾛν ἄνευ κακοῦ τινος

Σοῦτον, συνιεἶς, ἀλλ´ ἀναγκαίως ἔχει

Ἢ λωποδυτεἶν νυκτὸς ἥ τοιχωρυχεἶν

Ἢ τὦν ποιούντων ταῦτα κοινωνεἶν τισιν

Ἢ συκοφαντεἶν κατ´ ἀγορὰν ἥ μαρτυρεἶν

Χευδᾛ. Σοιοῦτον ἐκκαθαίρομεν γένος, id est

Hoc lege cautum est hic apud Corinthios :

«Si quempiam obsonare semper splendide

Videmus, hunc rogamus, unde vivat et

Quid faciat operis ; si facultates habet,

Ut reditus harum solvere expensas queat,

Perpetimur illum perfrui bonis suis.

Sin forte sumptus superat ea, quae possidet,

Prohibemus huic, ne faciat hoc in posterum.

Ni pareat, jam plectitur mulcta gravi.

Sin sumptuose vivit is, qui nil habet,

Tradunt eum tortoribus.» Proh Hercules,

Nec enim licet vitam absque malo ullo degere

Talem scias, sed est necesse aut noctibus

Abigere praedam aut fore muros aedium

Aut haec patrantum jungier commercio

Aut in foro agere sycophantam aut perfidum

Praebere testem. Nos genus hoc mortalium

Ejicimus haec ex urbe velut purgamina.

.

Esto tenía también un sentido religioso en ciertos tipos de sacrificios, en modo que de las comidas sagradas no quedaba nada, o si quedaba algo, se consumía en el fuego, como relata Moisés sobre el cordero pascual. Además, los romanos llaman a ese tipo de sacrificio protervia. Por eso célebre lo que Catón le dijo bromeando a un tal Albidio, que había consumido en lujos todo su patrimonio, a excepción de algunas casas, que se incendiaron. Le dijo que había cometido protervia porque había quemado las cosas que no podía comer. Lo cuenta Macrobio en el segundo libro de sus Saturnalia. También viene a cuento lo se narra Ateneo (libro octavo) sobre como Theocritus Chius Dioclii, gorgoteando, sintió que al devorar un pescado asado se había comido el cielo, y añadió que sólo faltaba beberse el mar, para ingerir las tres cosas más grandes de todas: la tierra, el mar y el cielo.

Pero cuando el coste es superior a la ganancia y el morbo no desaparece de forma natural ¿que otro queda sino recurrir a las malas artes, con las que el lujo siempre se abastece de dinero?

Y ésta es una de las plagas más importantes de nuestra Alemania, sobre todo entre aquellos que ostentan el título de nobleza (aunque también hay quienes se hacen pasar por nobles para poder hacer estas cosas impunemente), los que sobornan, entre ellos los llamados ‘junkers’  que se jactan de sus castillos paternos, añaden plumas a sus gorras, pintan un escudo en el que, blandiendo un machete en su mano derecha, diseccionan un elefante. Firman con tres letras sus cartas: ‘Equ’[caballero]. Si un hombre nació en un determinado pueblo, por ejemplo en Ornitopluto de Isocomo, no firma como ‘isocomense’, porque sería plebeyo, sino como ’ornitoplutense de Isocomo’. Y además piensan que tienen derecho a declarar la guerra a quien mejor les parezca. Si unas leyes severas controlaran esta intemperancia juvenil, no habría tantos a quienes se tendría que infligir o condonar penas. Porque del juego, de los naipes, de las compañías, del bebercio y la ociosidad, surgen las deudas y, a continuación, las rapiñas y las imposturas. Se enrolan en el ejército y regresan con un botín que no han ha arrebatado al enemigo. Una vez que se han ejercitado en estos rudimentos, ningún crimen les parece horrible. Entre los antiguos había leyes sobre el lujo, incluso en Corinto donde, aun siendo una ciudad más corrupta que las demás, la ley se oponía a los que vivían lujosamente pero no de sus recursos de familia.

Diphilus lo relata así en el libro sexto de Ateneo con estos versos:

‘Así se recoge en esta ley entre los Corintios:

«si los banquetéos espléndidos de alguien

detectamos, le preguntamos dónde vive y

en qué trabaja, si tiene recursos propios.

Y si los ingresos que percibe cubren sus gastos,

le permitimos que siga disfrutando de sus bienes.

Mas si por azar sus dispendios superan sus haberes,

le prohibimos que siga actuando así en el futuro.

Para impedirlo, se le impone una fuerte multa.

Si uno que no posee nada lleva una vida de lujos

es entregado a los torturadores. ¡Por Hércules,

que a nadie se le debe permitir vivir del crimen!»

Pues los tales, como sabes, incluso recurren a la noche

para robar el botín, o entrar por un butrón en una casa,

o participan de las ganancias de quienes así operan,

o intervienen pérfidamente en imposturas del mercado,  

o perjuran a cambio de dinero. A este género de mortales

los expulsamos de la ciudad como inmundicias’.

Texto latino : Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010 . pp. 733-734 (la traducción es propia)

Como suele a menudo hacer, Erasmo traslada lo citado a la Alemania de sus época, a modo de una moraleja destinada a sus coetáneos. Por ello acaba así su comentario a este adagio:

At hodie Germania in non obscuris civitatibus fert hoc genus nepotes et ganeones, qui non solum nihil habent, verum etiam multis multa debent, neque cuiquam illorum dicitur Heus tu, unde suppetit res tuo luxui ? Quod si fieret, fortasse comperirent esse verum, quod scripsit Diphilus.

Pero hoy Alemania, en ciudades bien conocidas, se tolera a esta clase de nepotes y vividores, que no sólo no tienen nada, sino que además deben mucho a muchos; y jamás nadie les dice «¡Oye, tú! ¿de dónde sacas el dinero para tus lujos?” Si así se hiciera, tal vez se descubriría que lo que escribió Diphilus era verdad.

Ibidem

Por nuestra parte no nos es difícil constatar que dilapidar lo ajeno es una forma recurrente de corrupción. Cuando además se produce malversando los dineros de todos (por ejemplo con los recursos del Estado) se califica de malversación, al menos en las naciones civilizadas, lo que equivale a corrupción pública, una plaga bien antigua que se reviste de muchos ropajes y pretextos.

.

V

Corruptio

El término aparece en varios adagios de los recogidos por Erasmo, así como en sus comentarios. En general la colección de Erasmo empieza por el examen de antologías más antiguas, pero en algunas ocasiones extrae el proverbio griego o latino de sus propias lecturas de los autores clásicos. Este es el caso de este quinto adagio, en que se define la corrupción, y que Erasmo ha extraído directamente de Aristófanes, Eurípides y Cicerón, como indica en sus notas R.A.B. Mynors, catedrático de latín de Oxford y Cambridge y traductor al inglés de este y otros adagios erasmianos (1).

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Nihil sanum

No hay nada sano

Adagio Ι, viii, 38.

Summam morum corruptionem et nullum honesti respectum his verbis Graeci significant Οὐδὲν ὑγιές, id est Nihil sanum.

Exempla passim in comoediis tragoediisque Graecorum sunt obvia. Aristophanes in Pluto :

Πευσόμενος εἰ χρὴ μεταβαλόντα τοὺς τρόπους

Εἷναι πανοῦργον, ἄδικον, ὑγιὲς μηδὲ ἕν,

Ὡς τᾫ βίᾩ τοῦτ’ αὐτὸ νομίσας ξυμφέρειν, id est

Scitatum an expediret, ut in contrarium

Verso instituto pristinisque moribus

Iniquus esset, subdolus, sani nihil

Ratus ista vitae commodis conducere.

Andromache in sui nominis tragoedia apud Euripidem ita describit Spartanorum mores :

Ὦ π σιν ἀνθρώποισιν ἔχθιστοι βροτὦν

Σπάρτης ἔνοικοι, δόλια βουλευτήρια,

Χευδὦν ἄνακτες, μηχανορράφοι κακὦν,

Ἑλικτα κοὐδὲν ὑγιές, id est

Heus omnium mortalium invisisimi

Spartam incolentes, fraudulenti consili,

Mendaciorum principes et opifices

Tecti malorum, tortiles, sani nihil.

Aristophanes ἐν Θεσμοφοριαζούσαις, si modo non fallit titulus, de feminis :

Σὰς οἰνοπότιδας, τὰς προδότιδας, τὰς λάλους,

Σὰς οὐδὲν ὑγιές, τὰς μέγ’ ἀνδράσιν κακόν, id est

Vini bibaces, proditrices, garrulas,

Nihilque sanum, maximum viris malum,

ubi plane proverbialiter dixit οὐδὲν ὑγιές pro perditissimis. M. Tullius ad Atticum libro decimoquinto : Quid quaeris ? οὐδὲν ὑγιές, id velut interpretans in epistola, quae praecessit ab hac tertia : Quid quaeris ? nihil sinceri.

El colmo de la corrupción de las costumbres públicas y la carencia de todo respeto a la honestidad lo expresaron los Griegos con las palabras Οὐδὲν ὑγιές que significan ‘No hay nada sano’ (2).

Hay ejemplos abundantes en la dramaturgia griega, como en la comedia «Pluto» de Aristófanes (3):

‘El debatir si conviene recuperar las normas

y la moralidad antiguas o hacer lo contrario

es inicuo, falaz y de ningún modo sano,

aunque se crea que hace la vida más fácil’.

Y Andrómaca en la tragedia de Eurípides (4) que lleva su nombre describe así el carácter de los espartanos:

‘Ellos los más odiados de todos los mortales

naturales de Esparta, dolosos consejeros,

eminencias del engaño y artífices de la mentira,

guaridas del mal, retorcidos, donde nada es sano’.

Y Aristófanes en ‘Las Tesmoforiantes’ (5), donde, si el título no engaña, dice de las mujeres:

‘bebedoras de vino, traicioneras, parlanchinas,

nada sano, el mayor mal para los hombres’,

Lo que simplemente se dice con el proverbio οὐδὲν ὑγιές, que significa ‘depravadísimo’. Como cuando Marco Tulio le preguntaba a Ático (6): ‘¿Qué estás buscando? οὐδὲν ὑγιές’;lo que, interpretándolo con  la epístola que precedió a esta, es decir: ‘¿Qué buscas? nada sincero’.

Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, p.656. (la traducción es propia).

***

Notas

(1) Collected Works of Erasmus, vol. 32, Adages I vi 1 to I x 100, translated and annotated by R.A,B. Mynors, University of Toronto Press, 1989, p. 336

(2) Mynors, como los otros traductores de los adagios de Erasmo suelen traducir al sentido sobre la base de un grado de conocimientos de las lenguas clásicas y una libertad modernizadora (que a mi nivel no me puedo permitir). En el caso de Οὐδὲν ὑγιές, en latín traducido por Erasmo como Nihil sanum, el profesor inglés traduce al inglés como Rotten to the core, lo que en castellano equivale a nuestro dicho Podrido hasta la médula.

(3) Aristófanes, Pluto, 36-8

(4) Eurípides, Andrómaca, 445-8

(5) Aristófanes, Las Tesmoforiantes, 373-4. La expresión si modo non fallit titulus, de feminis («si el título no engaña, dice de las mujeres») es una aclaración de Erasmo que deja entender que los epítetos misóginos son de Aristófanes y no suyos.

(6) Cicerón. Cartas a Ático, 15,1,3 y 14.21-2.


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